Matías Rosales, el joven argentino que fue apuñalado en Oruro, Bolivia, falleció luego de que el centro de salud le negara atención médica. Por esta razón, su madre denunció abandono de persona. En declaraciones radiales, Carina aseguró que su hijo llegó al hospital con signos vitales, pero que no lo quisieron atender, por lo que falleció en la vereda del lugar.
Sobre la muerte de su hijo en Bolivia, Carina relató: “Matías había llegado a Oruro hace un día. Estaba tomando mate con su novia en la vereda cuando se acercó un colombiano a charlar un rato y se fue. Este hombre volvió nervioso a las 2 horas y lo invita a mi hijo a comprar a una despensa que estaba cerca”.
Además, la madre del argentino asesinado en Bolivia añadió: “Matías volvió con una gaseosa abajo del brazo y se desmayó en la puerta del hotel, delante de su novia, a quien le alcanzó a decir que había recibido una puñalada en el pecho”. Incluso, Carina confesó que el chofer de la ambulancia lo discriminó ya que le dijo que “por algo le había pasado” y “estos argentinos que vienen acá a hacer quilombo”.
“Nadie le hizo RCP, ni en la ambulancia ni en el hospital, lo dejaron en la vereda tirado y ahí se murió. El doctor le dijo que no lo iba a tocar porque ya estaba muerto, eso es discriminación. No le dieron asistencia a mi hijo, y lo abandonaron. Por eso falleció”, sostuvo la madre de Matías Rosales.
Por si fuera poco, afirmó que un médico y dos enfermeros le dijeron a Florencia, su novia, que no iban a poder atenderlo. Además, el presunto asesino aún está en libertad y el fiscal no les dio ninguna respuesta. “Él tiene un hijo de 11 años al que todavía no le pudieron decir que mataron a su papá”, sollozó.
Qué dijo la novia del argentino asesinado en Bolivia
Florencia, la novia de Matías Rosales, indicó: “Lo atacó un colombiano. Se sentó a hablar con nosotros hoy, nada más. No discutieron en ningún momento. Hagan algo por favor. Fueron a comprar una gaseosa porque ya teníamos que entrar al hotel donde estábamos, y volvió así”.
“Más de 40 minutos para ir a buscarlo. Nos negaron un teléfono, nos trataron de drogadictos cuando no consumimos absolutamente nada. La gente nos negó un teléfono para llamar a emergencias por ser extranjeros. Por eso nos negaron una atención. Nos dijeron que no había ambulancias disponibles, y cuando llegamos había tres ambulancias estacionadas”, concluyó Florencia.