Las lluvias torrenciales y las inundaciones causadas por las tormentas que devastaron el este de Libia dejaron un saldo de más de 6000 muertos y unos 10 mil heridos y desaparecidos, según informaron los servicios de emergencia del país africano.

Sólo en la ciudad de Derna, en el este de Libia, se recuperaron más de mil cadáveres. Así lo confirmó ayer un ministro libanés, que añadió que no era posible conocer el número total de víctimas por el momento, pero que sería muy elevado.

En principio se hablaba de 2.300 muertos, pero el número comenzó a crecer. "He vuelto de Derna. Es muy desastroso. Hay cadáveres por todas partes: en el mar, en los valles, bajo los edificios. No exagero cuando digo que el 25 por ciento de la ciudad ha desaparecido. Muchos, muchos edificios se han derrumbado", afirmó Hichem Chkiouat, ministro de Aviación Civil y miembro del comité de emergencia.

La tormenta Daniel atravesó el Mediterráneo hacia un país que ya se desmoronaba tras más de una década de conflicto. Derna, la ciudad más afectada de todas, tiene unos 125 mil habitantes, pero las miles de muertes y desapariciones, sumado a que al menos 30.000 personas tuvieron que ser desplazadas porque ya no tenían donde vivir.

La tormenta, calificada por los expertos como un fenómeno "extremo en términos de cantidad de agua caída", afectó en los últimos días también a Grecia, Turquía y Bulgaria, con un saldo de 27 muertos. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) también declaró que el número de víctimas podría alcanzar los miles.

Libia está dividida políticamente entre el este y el oeste y los servicios públicos se desmoronaron desde el levantamiento de 2011, respaldado por la OTAN, que provocó años de conflicto. El gobierno de Trípoli, reconocido internacionalmente, no controla las zonas orientales, pero envió ayuda a Derna, y enviaron al menos un vuelo de socorro ayer, con medicamentos, equipos, bolsas para cadáveres y personal médico.