Finalmente, Luis Rubiales renunció a su cargo como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) luego de la repercusión y críticas por el besar sin consentimiento a Jenni Hermoso luego de consagrarse campeones del Mundial Femenino. "Sobre mi dimisión, sí lo haré. Lo haré porque no puedo continuar con mi trabajo", le dijo al periodista Piers Morgan en una entrevista.
En ese sentido, declaró: "Hablé con mi padre, con mis hijas, con amigos cercanos. Me dijeron 'ahora debes concentrarte en tu dignidad, en continuar con tu vida. De lo contrario terminarás lastimando a las personas que amas, al deporte que amas y a lo que has construido durante mucho tiempo".
"He tenido que aguantar mucho en las últimas semanas, pero no se trata solo de mí. Mi actitud puede tener consecuencias importantes y es hoy lo más inteligente que tengo que hacer", añadió. Rubiales también sostuvo que le dio este aviso a Pedro Rocha, presidente interino, y que dejará su cargo como vicepresidente de la UEFA con el objetivo de que otro español se quede con el cargo.
Horas más tarde, el expresidente de la RFEF publicó una carta en las redes sociales en la cual explicó los motivos de su decisión. "Hoy he transmitido a las 21:30 hrs al Presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de Presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto en la Vicepresidencia pueda ser sustituido", escribió.
"Tras la veloz suspensión realizada por FIFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo. Ni a la Federación ni al fútbol español", agregó Luis Rubiales.
Finalmente, concluyó: "Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta. Ahí está la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de 5 años al frente de la Real Federación Española de Fútbol".