Hay quienes dicen que en el fútbol amateur vale todo, pero lo cierto es que a veces los límites se desdibujan un poco. Los argentinos somos muy pasionales, y por fútbol nos podemos pelear con nuestros mejores amigos e incluso familiares. Por supuesto que quienes practican este deporte de manera amateur, lo hacen con la misma pasión con la que jugarían un partido de Copa Libertadores, por lo que si la cosa no va bien, los ánimos se pueden caldear un poco. Este jugador sabe de broncas, ya que ante un fallo del réferi -para él, injusto-, encaró al árbitro y lo noqueó de un cabezazo, sorprendiendo a todos los espectadores.

Uno de los asistentes registró el momento con su celular. En la mitad de la cancha, se puede ver cómo el árbitro sanciona una falta contra un jugador y se interrumpe el partido. Enojado, el sancionado lo encara de tal forma que le termina pegando un cabezazo que deja al réferi noqueado, en el piso. Rápidamente, los espectadores y hasta los mismos futbolistas corren a ayudarlo, ya que se trató de un fuerte golpe en la cabeza.

El episodio tuvo lugar en un potrero de tierra, en San Francisco del Chañar, provincia de Córdoba. El partido era entre el equipo local, La Franciscana, contra Peñarol de Chuña, por la Liga de Ischilín. A los 42 minutos del segundo tiempo, el conjunto local iba ganando 1 a 0, en una tarde soleada, que se prestaba para jugar al fútbol y disfrutar del espectáculo.

Ante la bronca de ir perdiendo, el portador de la camiseta 11 de los visitantes, Pablo Contreras, reclamó una sanción en su contra, que según su criterio, estaba mal sancionada. Eso desató una discusión con el árbitro, Carlos Saire, y terminó con lo que se ve en el video: un cabezazo noquador.

Si bien el árbitro está bien, asegura que estuvo muy mareado y perdió el conocimiento. "Me hicieron atención en Chañar y me llevaron a San José de la Dormida para unas placas. Aparentemente está todo bien. Me cortó el labio por dentro y por fuera”, contó a la prensa.

Por otro lado, el jugador quedó demorado por la agresión y sus compañeros aseguran que, en realidad, fue el árbitro el que inició el pleito, porque lo había insultado a Contreras antes del cabezazo. Sin embargo, Saire desmintió esa versión: "En ningún momento insulté al jugador. En la expulsión me pide una falta y cuando giro, él me insulta. Me vuelvo para expulsarlo y me mete el cabezazo”. Además, el relator del encuentro también percibió que la reacción del futbolista fue desmedida. Contó que el partido venía tranquilo y que la agresión ocurrió sin ningún contexto.