Luego de la polémica alrededor de la premiación a la selección femenina de España campeona del mundo, cuando el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, besó a una jugadora de manera intempestiva, el dirigente salió a pedir disculpas e intentó aclarar lo sucedido: "Aquí lo veíamos como algo natural".

Rubiales aseguró que el beso en la boca con Jennifer Hermoso en plena premiación fue producto de un momento de "máxima efusividad" y debido a la "magnífica relación" entre ambos, a pesar de que la número '10' española reconoció que no le había gustado.

El presidente de la RFEF grabó un corto video en el que primero destacó el logro deportivo, el cual definió como "un hecho histórico, uno de los días más felices del fútbol español", y que es algo por lo que llevaban "trabajando mucho tiempo".

"Pero también hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, al igual que con otras, y donde seguramente me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió, de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes", afirmó.

En este sentido, aseguró que se trató más de un problema para quienes vieron la imagen que hacia adentro del seno del equipo: "A partir de ahí, aquí no se entendía. Lo veíamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto dañada, tengo que disculparme, no queda otra".

Rubiales agregó que tiene que "aprender de esto y entender que cuando uno es presidente de una institución tan importante como la Federación tiene que, sobre todo en ceremonias y en este tipo de cuestiones, tener más cuidado". "También quiero disculparme ante estas personas, porque entiendo que si desde fuera se ha visto de otra manera seguramente tendrán sus motivos", aseveró.

Finalmente, admitió estar "apenado porque ante el mayor éxito" de la "historia en el fútbol femenino y uno de los mayores en general", ya que es la segunda Copa del Mundo de ese deporte a nivel mayor, "esto haya empañado en cierto modo la celebración".