El juez Martínez De Giorgi ordenó peritar una computadora y una serie de celulares secuestrados de la casa de Jorge Bacigalupo, el amigo de Oscar Centeno que, según sospechan los investigadores de la causa Cuadernos, habría adulterado los escritos del remisero.
Marcelo Martínez De Giorgi ordenó el peritaje de los dispositivos de Bacigalupo a raíz de la denuncia de uno de los imputados en la causa de los Cuadernos, el empresario Armando Losón. En concreto, el imputado aseguró que hubo alteraciones, tachaduras y sobreescrituras en los manuscritos que supuestamente eran propiedad de Centeno.
En este marco, el juez dispuso que el análisis de los dispositivos se practique sobre “los archivos generados, modificados y/o borrados desde el 01/01/2017 al 10/3/2023 inclusive, ya sea de texto, audio y/o video".
A continuación, ordenó "determinar todas las llamadas entrantes y salientes que surjan desde los aparatos celulares secuestrados en el domicilio de Jorge José Bacigalupo desde el 01/01/2017 hasta el día 10/03/2023 inclusive, con expresa indicación de los datos de las personas cuyos llamados fueron recibidos y los llamados que realizó".
También pidió a los investigadores indicar "las celdas donde impactó cada uno de ellos" y luego "realizar un entrecruzamiento de los registros obtenidos" desde el 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2018, además de ordenarles que precisen si hubo borrado o manipulación de los registros que se encuentren en los celulares.
Por otra parte, De Giorgi dispuso establecer si en las apps de mensajería como los SMS, WahtsApp, Telegram o Instagram constan menciones a diferentes palabras vinculadas a los escritos de Centeno.
La investigación de estas irregularidades se disparó cuando Loson, que figura en la causa como arrepentido, denunció que hubo alteraciones en los cuadernos, indicando que Centeno no habría escrito espontáneamente y por su propia cuenta. De este modo, Martínez De Georgi ordenó una serie de pericias caligráficas.
Según De Giorgi, algunas de esas irregularidades "pudieron corroborarse" como así también "quien habría sido su autor", a través de dos peritajes que confirmaron la existencia de palabras escritas por otra persona, tachaduras y sobreescrituras.
Además de ordenar los mencionados peritajes, el juez criticó el rechazo del Tribunal Oral Federal 7 para unificar esta causa por las adulteraciones con la causa central, que aún se investiga en otro juzgado. "Dos veces se sometió a discusión la posibilidad para que ambos expedientes tramiten en forma conjunta, y dos veces fue negada" con fundamento en que "se investigan cuestiones distintas", recordó.
Con información de Télam.
