Los tiburones están regresando a las playas de la ciudad de Nueva York y Long Island, debido a diversos factores como la mejora de la calidad del agua y el aumento de la población de peces que sirven de fuente de alimento para esa especie.
Como las y los habitantes todavía se están adaptando a este fenómeno, pueden tener lugar ataques extremadamente raros, como el que sufrió una mujer de 65 años que terminó con una mordida en la pierna izquierda.
“Aunque este fue un evento aterrador, queremos recordarle a los neoyorquinos que las mordeduras de tiburón en Rockaway son extremadamente raras”, dijo la portavoz del Hospital Jamaica, Meghan Lalor. Las mordidas de tiburones son sumamente inusuales y el año pasado hubo solo 57 mordidas no provocadas, según datos de la Universidad Internacional de Florida.
El ataque ocurrió cerca de las 18 (hora local), mientras la mujer nadaba por Rockaway Beach. Inmediatamente, los guardavidas la sacaron del agua y le brindaron primeros auxilios. Finalmente, la trasladaron al hospital, al que llegó en condición crítica pero estable, con laceraciones severas en el muslo.
La playa fue evacuada y la policía llegó con helicópteros para buscar tiburones cercas de la costa, aunque no encontraron ninguno, según informaron las autoridades. Además, a modo de precaución, cerraron Rockaway Beach todo el día para nadar o surfear.
Esta es la quinta mordida de tiburón a nadadores y surfistas en Long Island en lo que va del verano norteamericano, pero la primera en esa zona de los últimos tiempos. Afortunadamente, en ningún caso hubo que lamentar víctimas fatales.
Gavin Naylor, director del Programa de Florida para la Investigación de Tiburones, dijo en diálogo con la CNN que "los nadadores pueden tomar precauciones para ayudar a evitar ataques". "La gente siempre debe nadar en grupos. No deberían nadar demasiado lejos de la orilla y deberían evitar especialmente los peces de carnada”, agregó.
