El oficialismo uruguayo salió al cruce luego de las declaraciones que hizo Alberto Fernández ayer sobre la sequía y crisis hídrica en Uruguay, durante la inauguración del primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner. En este sentido, el presidente Luis Lacalle Pou lo trató de ignorante.
En medio de la presentación de la obra, Fernández dijo en su discurso que "el tiempo que nos viene por delante nos da enfrenta a muchos desafíos y nos da oportunidades", y que "el gran desafío es el cambio climático". "Lo vimos en la sequía, lo vive Uruguay. En Montevideo abren las canillas y el agua no sale", afirmó.
En realidad, lo que ocurre es que el área metropolitana uruguaya podría tener problemas con la obtención de agua potable en un futuro próximo, pero su provisión para otras cosas se mantendría en los hogares, por lo que la afirmación del mandatario argentino fue errónea. Por este motivo, el presidente uruguayo salió al cruce: "Puede ser por dos razones: mala intención, que la descarto; o por ignorancia, simplemente".
Cuando le consultaron si se comunicará para intentar explicarle cómo es el problema con el agua, acotó: “Supongo que es leer en Internet y se entera enseguida si quiere tener la información correcta. Pero sí, hablé con el embajador argentino en Uruguay, con el que tengo muy buena relación, y el canciller tengo entendido que hablo con el presidente de la República Argentina”.
Sin embargo, lejos de dar por terminado el tema, Lacalle Pou deslizó que detrás del aparente furcio de Fernández podría esconderse una motivación política, especialmente debido a los encontronazos que han tenido en relación con el funcionamiento del Mercosur.
"Hay que ser muy cuidadoso, tener todas las discusiones y aceptar todas las criticas, pero no dar manija afuera. Dar manija afuera, e informar de determinada manera, puede traer estas cosas por atrás. Es el libre juego de la democracia. Simplemente la critica, sobre todo al Gobierno, pero hacia afuera cuidarnos mucho porque trae este tipo de respuestas", afirmó.
