La Justicia procesó a Francisco Sáenz Valiente en el marco de la causa de la muerte de Emmily Rodrigues. La joven brasileña de 26 años murió el pasado 30 de marzo, al caer del departamento que él tiene en el barrio porteño de Retiro, ubicado en el sexto piso. El empresario no irá preso, pero deberá utilizar una tobillera electrónica y no podrá salir del país.
Si bien la Sala VI de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional ordenó que Sáenz Valiente no vuelva a la cárcel, al menos por ahora, se lo procesó en la causa y se le impuso el uso de una tobillera electrónica. Además, tiene prohibido salir del país.
Dicho procesamiento no incluye la medida de prisión preventiva. Se lo considera autor del delito de "suministro gratuito de estupefacientes en concurso ideal con facilitación de un lugar para su consumo, en concurso ideal con homicidio culposo, en concurso real con el de tenencia ilegítima de un arma de uso civil condicional".
En un principio, los fiscales Santiago Vismara y Mariela Labozzetta, sembraron la hipótesis de un posible femicidio. Sin embargo, se echaron para atrás con ese planteo y solicitaron que Sáenz Valiente sea procesado por abandono de persona seguida de muerte, lo que le podía llegar a costar hasta 25 años de prisión, según el Código Penal.
En ese sentido, la resolución de los jueces parece en principio favorable para Francisco Sáenz Valiente, ya que en caso de ser culpable del delito de homicidio culposo, podría enfrentar una pena de entre 1 y 4 años de prisión.