Esta semana Leonardo Barone, uno de los pilotos del nuevo avión presidencial que el mes pasado protagonizó una arriesgada maniobra, presentó su renuncia. Así lo confirmaron desde su entorno a la prensa y aclararon, además, que nadie le pidió que dejara su cargo.
Uno de los dos pilotos que conducían el nuevo avión presidencial durante su llegada al Aeroparque Jorge Newbery renunció este miércoles. La nueva aeronave, un Boeing 757-200 que llegó en reemplazo del Tango 01, fue noticia por la maniobra que realizó su conductor al intentar aterrizar en la Ciudad de Buenos Aires.
El episodio ocurrió el mes pasado, cuando Barone inclinó pronunciadamente a la aeronave sobre su lado izquierdo llegando la punta del ala a distancias considerablemente cortas del suelo. Este movimiento, realizado además en medio de condiciones climáticas adversas, fue considerado un riesgo para los aviones comerciales que circulaban aquel día en la zona.
Según se reconstruyó más tarde, lo que sucedió fue que el piloto, seguro de que tenía libre descenso, pidió autorización para descender varias veces, pero desde la torre de control le advirtieron que había cuatro vuelos que lo antecedían y que debía mantenerse a la espera, a 3000 pies de altura. De los audios entre el conductor y la torre se desprende que Barone, que ya había comenzado a descender, recuperó la altura indicada y pidió disculpas.
Quisiera resaltar que las noticias difundidas de público conocimiento que motivaron ofrecer mi renuncia no reflejan un incumplimiento de mi parte al Estado Nacional.
Leonardo Barone
“Me dirijo a usted con el propósito de poner a su disposición formalmente mi renuncia al cargo de Director General de Logística de la Secretaría General de la Presidencia que actualmente desempeño”, escribió el piloto del avión presidencial en su carta de renuncia, publicada por Infobae. En la misma se lee que Barone consideró “cuidadosamente” la decisión y que expresa su “profunda gratitud” por haber tenido oportunidad de “servir al Estado Nacional”.
A continuación, el piloto hizo un recorrido por una serie de “políticas claras” implementadas durante su trabajo en el cargo, entre ellas la “puesta en valor de los 3 Helicópteros que componen la Flota Aérea Presidencial”, el “reemplazo del antiguo Learjet 60 - T10, que se encontraba fuera de servicio, por un nuevo Learjet 60 -T11”, la “incorporación de un nuevo Boeing 757” y la “actualización bajo normativa de los Helipuertos de la Quinta Presidencial de Olivos, Chapadmalal y actualmente en ejecución en la Casa Rosada”.
Finalmente, Barone hizo una mención a la polémica desatada por la maniobra de aterrizaje del Boeing 757. “Quisiera resaltar que las noticias difundidas de público conocimiento, que motivaron ofrecer mi renuncia no reflejan un incumplimiento de mi parte al Estado Nacional”, aclaró el piloto y enfatizó: “He cumplido con todas mis obligaciones, lo que será demostrado en las instancias que correspondan”.
