A través de un comunicado, la Fuerza Aérea Argentina desmintió a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y señalaron que tanto el avión presidencial ARG-01 como los pilotos no tienen matrícula militar. Esto se dio tras el expediente que abrió el organismo aeronáutico contra los comandantes por una maniobra peligrosa en Aeroparque.
Luego de la polémica generada por el aterrizaje del nuevo avión presidencial, la ANAC, quien se encarga de fiscalizar y controlar la actividad aérea en Argentina, inició un expediente para evaluar la maniobra. Sin embargo, aclaró que no podía aplicar ninguna penalidad ya que se trataba de una aeronave oficial y los pilotos contaban con matrícula militar.
Sin embargo, la Fuerza Aérea Argentina emitió un comunicado en el que aclaró que la nave y los pilotos no forman parte de la órbita militar. Allí detalló seis puntos sobre las responsabilidades de la aeronave y su tripulación. Primero, indicaron que el ARG-01 se encuentra fuera del ámbito del Ministerio de Defensa y no es matrícula militar. Además, hicieron énfasis en que la misma no es operada por personal de la Fuerza Aérea Argentina.
La institución también señaló que la aeronave depende de la Secretaría General de Presidencia y los pilotos tienen licencia civil. Por esta razón, la Fuerza Aérea Argentina sostuvo que la ANAC es la única que tiene facultades para tomar cualquier tipo de medidas relacionadas con el personal involucrado y la operación en cuestión.
Debido a que se trata de un avión civil, la ANAC tiene las facultades para implementar medidas disciplinarias o sanciones hacia los pilotos que realizaron la maniobra que puso en peligro al resto de las aeronaves comerciales que se encontraban en la zona a punto de descender en el Aeroparque Jorge Newbery.
Cómo fue la maniobra del avión presidencial
Poco después de finalizado el acto encabezado por Cristina Kirchner en Plaza de Mayo, el nuevo avión presidencial llegó al país. Se trata de un Boeing 757-200 que llegó en reemplazo del Tango 01. Horas más tarde de la llegada, circuló un video en el que se ve cómo la aeronave bajó a pocos metros del suelo previo al aterrizaje, sin tocarlo.
Acto seguido, el piloto colocó al avión de costado, viró hacia el Río de La Plata y retomó el vuelo. Es lo que en la jerga aeronáutica se conoce como "Low pass", una maniobra que muchos calificaron como innecesaria e incluso peligrosa. Carlos Rinzelli, piloto y consultor aeronáutico, aseguró al respecto que "el avión puede hacer la maniobra" pero que no era necesaria en ese contexto: "Si no hay nada coordinado o alguien no le pidió que lo haga, desde mi punto de vista, es bastante ilógico", explicó.
"Era simplemente un traslado del avión. Debería haber aterrizado haciendo la aproximación normal, en un aeropuerto que generalmente está congestionado. Aeroparque no es simple. Además, con estas condiciones meteorológicas… Es como que vos me digas 'hoy tenemos un festival aéreo y está lloviendo. Y, suspendelo", agregó.