Hacía ya 20 años desde que Juan Mansilla Alvarado se alejó de su familia en la Isla de Chiloé, al sur de Chile, para viajar a la Argentina. Durante esas dos décadas estuvo desaparecido y sus allegados ya se habían resignado a la idea de su muerte. Sin embargo, recientemente recibieron la sorpresiva noticia de su aparición: el hombre había sido víctima de trata de personas con fines de explotación laboral y estaba en una chanchería de Santa Cruz.
El fin de semana pasado Mansilla, que estuvo desaparecido por 20 años, se reunió con su familia luego de ser encontrado en condiciones de esclavitud. Según los investigadores el hombre, que tiene un retraso madurativo, había desarrollado "un fuerte Síndrome de Estocolmo" para con sus explotadores y sería la persona “de confianza” de los dueños del lugar.
El establecimiento en cuestión, ubicado en las afueras de Río Gallegos, se llama Criasur, pero ya es popularmente conocido como la “chanchería del horror”. Se trata de un lugar dedicado a asesinar cerdos para venderlos, en el cual sus “empleados” no sólo trabajaban sino que también dormían junto a los cadáveres de los animales.
Según informó La Opinión Austral, las autoridades descubrieron esta situación en noviembre del año pasado, gracias a la denuncia de una joven venezolana que, tras haber escapado del lugar, denunció a sus propietarios por explotación laboral. En ese entonces, el Juzgado Federal ordenó un allanamiento durante el cual se rescató a 19 víctimas que se desempeñaban tanto en el predio Criasur como en una de las panaderías de los mismos dueños, identificados como Daniel Sarutti y Yanina Sapino.
Fue durante este procedimiento que los efectivos rescataron a Mansilla, quien vivía en la propia chanchería y se había convertido en “el hombre de confianza” de Sarutti. Según la prensa local, la víctima informaba a los dueños sobre todo lo que pasaba en el lugar y mandaba al frente a sus propios compañeros en caso de que intentaran escapar.
A pesar de que la investigación comenzó en noviembre pasado, Sarutti y Sapino fueron detenidos recién en los últimos días, luego de que el Cónsul chileno informara al fiscal dederal de turno, Julio Zárate, que los explotadores volvieron a contactar a Mansilla ofreciéndole un nuevo “trabajo”. De este modo, el funcionario pidió la captura de los delincuentes alegando que estaban entorpeciendo la investigación.
Este fin de semana, tras haber estado 20 años desaparecido, Mansilla se reunió con su familia, luego de una serie de gestiones realizadas por el Consulado chileno.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra los delitos de trata y explotación de personas, podés llamar al 145, las 24 horas. Es una línea gratuita, anónima y nacional.