El juez del caso de Daniela Carbone, la azafata de Aerolíneas Argentinas acusada de realizar una amenaza del bomba a un vuelo a Estados Unidos, le dictó la prisión preventiva en modalidad domiciliaria.

Federico Villena, el juez, encontró responsable por la amenaza de bomba a Daniela Carbone, la azafata de la empresa que habría realizado las llamadas con amenaza de bomba. Villena también estipuló que Carbone tiene prohibido acercarse a los aeropuertos y le removió la matrícula profesional como azafata.

Carbone fue removida de su puesto en la empresa. El juez decretó el procesamiento de la exazafata bajo arresto domiciliario, le embargó una suma de 400 millones de pesos. Carbone fue imputada por "intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada".

En el fallo también se incluyó el sobreseimiento de Candelaria Olivero, la hija de la azafata, desde cuyo teléfono se hicieron las llamadas que informaban sobre la existencia de una bomba en el vuelo Buenos Aires-Miami. El juez tiene acreditado que la joven no tiene nada que ver. Así, incluso lo demuestran los diálogos que constan en la causa. “Me podés cagar la vida por una pendejada”, le recriminó la hija a la azafata, cuando la justicia ya la tenía en la mira.

La amenaza de bomba se realizó el día 21 del mes pasado a través de Whatsapp, dirigida a uno de los tripulantes de cabina, en donde una voz distorsionada pronunció: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos", según lo reconstruido por Infobae. 

En la causa indicaron que se trató de una situación de "desamor", porque en el vuelo viajaba un exnovio con el que Carbone había tenido una relación de 5 años, que la había dejado "abruptamente", según lo relatado.