Daniela Carbone, la azafata de Aerolíneas Argentinas que quedó detenida por ser la principal sospechosa de haber realizado una amenaza de bomba contra un vuelo de la compañía, se negó a declarar por los delitos de los que se la acusa. Sin embargo, se conocieron las conversaciones que tuvo con su hija por chat antes de su detención, y los mensajes la complican.
La azafata de 47 años, que trabajaba en la empresa hace 25, fue detenida el 28 de mayo en Ezeiza bajo los cargos de "intimidación pública, entorpecimiento de los servicios públicos y coacción agravada". Los investigadores lograron comprobar que Carbone grabó un audio con voz distorsionada en el que amenazaba al piloto del vuelo AR1304 Ezeiza-Miami, en el que decía: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos".
Llamativamente, Carbone hizo la amenaza de bomba al avión de Aerolíneas Argentinas desde el celular de su hija, Candelaria, con un chip prepago. La relación entre ellas no era buena antes de este episodio, y las pericias al celular de Carbone dejaron entrever el conflicto que se desató entre madre e hija por el llamado.
"La egoísta sos vos, que me podés cagar la vida a mí por una pendejada", le dijo Candelaria a Carbone apenas minutos antes de que la azafata fuera detenida. Entre los mensajes, la joven le reclamaba a su mamá que no podía entrar a su cuenta de iCloud en el celular por el cambio de chip que hizo Carbone para realizar la amenaza. Inmediatamente después, Carbone le respondió: "Hija, me llevan detenida". Y, poco después: "Hija, ni una palabra a nadie".
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