Este martes tuvieron lugar los alegatos de la defensa de Marcelo Villalba y Marcos Bazán, los acusados por el femicidio de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años, ocurrido en 2017 en Lomas de Zamora. Se trata del segundo juicio del caso porque el primero fue anulado por el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
Tanto la fiscal Marisa Monti como la defensa de Marcos Bazán pidieron la absolución del hombre que estuvo cinco años preso. A su vez, Monti pidió una condena a perpetua para Villalba.
En el alegato final que dio Manuel Garrido, el abogado de Marcos Bazán, pidió la “inmediata absolución” de su defendido y aseguró que es inocente. Además, se quejó por los cinco años en los que estuvo preso. Bazán fue excarcelado en octubre del 2022, a la espera de la sentencia de este segundo juicio.
¿Qué tiene que ver la personalidad y el grupo social al que pertenecía Bazán con esta idea de un sujeto dispuesto a reducir, a darle una mano a criminales, enterrar gente de noche en una reserva?
Manuel Garrido, abogado de Marcos Bazán
El pedido de Guillermo Bernard Krizan, representante de Silvia Pérez Vilor, madre de la víctima, coincidió con la fiscal Monti en pedir prisión perpetua para Villalba. Sin embargo, solicitó 14 años de prisión para Bazán al considerarlo “partícipe secundario” de los delitos endilgados al otro acusado y, alternativamente, requirió 5 años y 6 meses por el “encubrimiento agravado” de los mismos.
Luego de los alegatos, el tribunal pidió un cuarto intermedio hasta el 8 de mayo, día en el que a partir de las 9 de la mañana tendrán lugar las eventuales réplicas y las últimas palabras de los acusados.
Las críticas al adiestrador canino Diego Tula
El abogado de Bazán apuntó contra el adiestrador canino Diego Tula, el responsable de proporcionar la prueba que permitió condenar y encarcelarlo por cinco años. Garrido aseguró que “manipuló al perro para inculpar a Marcos Bazán”.
“La acusación es absurda. Era un hombre joven que trabajaba, no integraba ninguna asociación ilícita. No tenía antecedentes criminales: era un ermitaño, compartía la vida con su familia y amigos, hacía orfebrería, cultivaba gírgolas. ¿Qué tiene que ver la personalidad y el grupo social al que pertenecía Bazán con esta idea de un sujeto dispuesto a reducir, a darle una mano a criminales, enterrar gente de noche en una reserva?”, remarcó el abogado y finalizó: “Este juicio es histórico y les ruego que hagan justicia”.
La defensa de Marcelo Villalba
El abogado de Villalba empezó sus alegatos con: “El silencio es la forma más eficaz de defensa”. Se centró en la disminución de la imputabilidad del acusado y solicitó que la pena no supere los 10 años de cárcel.
Además, pidió su absolución por el delito de homicidio “porque nada se probó”. En ese sentido, el abogado manifestó: "Parece seductor pensar que el sujeto activo que desarrolló una conducta contra la integridad sexual y días después de ese delito, la víctima aparece muerta, debe responder también por la muerte".
