Javier Maximiliano Acosta fue asaltado mientras iba a trabajar por 6 motochorros que lo golpearon y le robaron la moto, donde también perdió su billetera. Días después la policía fue a buscarlo a su casa, pero no para darle novedades sobre el ataque que sufrió, sino que para llevárselo detenido por estar detenido por el robo de otra moto con arma de fuego. Una pareja que sufrió el otro asalto dijo que a uno de los delincuentes se le cayó la billetera con los documentos de Acosta.
El joven de 22 años estaba trabajando en una empresa de logística cuando recibió un mensaje de su mamá que decía que la policía estaba en su casa y lo estaba buscando. Javier se alegró pensando que era para notificarle novedades sobre el robo de su moto Honda Wave que sufrió días antes. Sin embargo, la razón era otra. Al llegar a su domicilio, ubicado en Tristán Suárez, le comentaron que la razón de su visita se debía a que estaba implicado en un robo de una Honda Tornado con un arma de fuego.
“No, a mí me robaron. La víctima soy yo, ya hice la denuncia”, explicó Acosta. La policía le dio más detalles, y le comentó que la pareja que sufrió el asalto vio como a uno de los motochorros se le cayó la billetera con todos sus documentos. Según la familia de Javier, los asaltantes que le robaron la moto a su hijo son los mismos que atacaron minutos después a la otra pareja en un raid delictivo.
Javier Acosta continúa detenido 25 días después en la Alcaldía de Almirante Brown y está procesado por robo agravado por cometerse en poblado y en banda y con un arma de fuego. El hecho es investigado por la UFIYJ 4 de Lomas de Zamora, a cargo de Leonardo Kaszewski. “Presentamos testigos, solicitamos imágenes de cámaras de seguridad, recorrimos los lugares para ver si hay cámaras. Ya no sabemos qué más hacer para demostrar que Javi es inocente”, dijeron Marianela y Marcelo, hermana y padre de Acosta.
Cómo fue el asalto que sufrió Javier Acosta
El joven fue asaltado y golpeado cuando iba a trabajar por seis ladrones que se movían en tres motos, alrededor de las 5 de la madrugada en Luis Guillón. Un vecino que presenció el hecho intervino y lo ayudó para que dejen de golpearlo. La esposa del hombre, quien también fue testigo, dijo que vio como cuatro de los delincuentes se iban para un lado, mientras que los otros dos asaltantes se dirigían en la moto de Javier en sentido contrario.
Una semana después de su detención, Javier perdió su trabajo en la logística. La moto que le robaron la había comprado en diciembre y aún está pagando las cuotas. “Fue ayudante de albañil, pintor, hizo pozos para piletas, demoliciones de casas. Trabaja desde los 15 años. Siempre ganó poco, pero nunca le pidió nada a nadie. Estaba tan feliz con su nueva moto y su último trabajo”, expresó su hermana.
Qué dijo la pareja que sufrió el otro ataque de los motochorros
La pareja narró que fueron encerrados por cuatro ladrones que se movían en dos motos. “Dame la moto”, le dijo uno mientras apuntaba con un arma. El delincuente que se subió a la Honda Tornado es quien perdió la billetera. Las víctimas del asalto agregaron que reconocieron a Javier por la cara y por un tatuaje que tiene en el cuello.
Sin embargo, su hermana Marianela respondió a esto. “Javier no tiene un solo antecedente penal. Es verdad que tiene un tatuaje en el cuello, ¿pero cómo puede ser que se acuerden de un tatuaje de dos centímetros y no el tipo de ropa que llevaba mi hermano?”, aclaró indignada.
La familia de Javier continúa la investigación de forma propia. Recorrieron el trayecto que sufrió después del asalto y buscaron testigos, entre ellos el de un colectivero que lo ayudó después del robo. “Creemos que nos podemos estar exponiendo. No sabemos quiénes están metidos en este asunto, pero no nos importa porque Javier sigue preso”, dijo uno de sus familiares.
