El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, cambió de opinión respecto a los colectiveros que lo golpearon el lunes pasado en la manifestación por el asesinato del chofer Daniel Barrientos en la autopista General Paz. El funcionario comunicó hoy a la justicia porteña su intención de seguir adelante con la causa penal que investiga la agresión.
Al principio, el ministro había declarado que no iba a denunciar el ataque porque no era "alcahuete". Sin embargo, cambió su parecer después de que la abogada Valeria Carreras y el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, radicaran denuncias en la justicia nacional y en los tribunales federales de Comodoro Py.
Fuentes de la fiscalía porteña sostuvieron que Sergio Berni "manifestó su voluntad de seguir con el proceso e impulsar la acción penal". Según informaron, el funcionario se comunicó con el fiscal Carlos Rolero, quien lleva una causa abierta en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires por denuncia de la Policía de la Ciudad.
En este sentido, el ministro estaba convocado hoy para informar si resolvía continuar o desistía de la causa penal en su calidad de víctima, aunque informó ayer de su decisión de seguir el caso y comunicó que no asistirá a la fiscalía por cuestiones de agenda.
Sergio Berni denunció que hubo infiltrados en la manifestación donde fue agredido: "Había agitadores del PRO que los tenemos recontra conocidos. Había infiltrados del PRO y Patricia Bullrich es parte de ese sector, que se hagan responsables". "Cuando llegué al lugar había actores que ya los conozco", declaró en Radio 10. El fiscal Rolero avanzará con la identificación de las personas que golpearon al funcionario.
