Aníbal Fernández admitió que también tiene suspicacias frente al asesinato del colectivero Daniel Barrientos durante la madrugada del lunes, que desató una protesta en que Sergio Berni terminó siendo ferozmente agredido.

El ministro de Seguridad de la Nación dijo que ve “cosas amañadas” como “el armamento y que hubiese dos coches de apoyo”, que son infrecuentes para el tipo de asalto que se produjo, pero no quiso apuntar a nadie: “Es llamativo, pero no voy a disparar un nombre porque aún no están claras las cosas”, dijo.

Sobre el ataque a Berni, Fernández aseguró que comparte el criterio de hacerse presente ante los conflictos, aunque es necesario tomar recaudos: “No es muy difícil saber cómo está el ánimo. Si está caldeado, para qué ir a provocar una situación no deseada. Hay que esperar un poco o ofrecer otro lugar de reunión”, dijo.

El ministro nacional dijo que llamó a su par de la Provincia de Buenos Aires, pero que recién ayer le contestó y no lo vio porque tiene archivados los chats con Berni.

En el intertanto, sin embargo, se reunió con el presidente, Alberto Fernández, y el jefe de gabinete de la provincia, Martín Insaurralde, para analizar la situación de seguridad tras el crimen al colectivero.

En ese contexto, Fernández llamó la atención sobre el desconocimiento de Axel Kicillof sobre el estado de estas gestiones. “El Gobernador dice que están tratando de tener 6 mil hombres en la provincia. Hay más de 6 mil, lo que demuestra que él no conoce lo que está sucediendo”, dijo.