Tras la aprobación por decreto de la reforma jubilatoria en Francia, este jueves múltiples sindicatos y cientos de miles de ciudadanos en general se preparan para su novena jornada de protestas en poco más de dos meses y buscan frenar la medida impuesta por el presidente Emmanuel Macron.
El pasado 16 de marzo el gobierno de Francia aprobó una reforma que atrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de aportar 43 años, y no 42 como hasta ahora, para cobrar una pensión completa. La reforma se impuso a pesar del rechazo generalizado de la población que viene manifestando en su contra desde enero y el gobierno usó el recurso del decreto por miedo a que la norma, que ya había recibido media sanción en el Senado, fuera rechazada en la cámara baja del Congreso.
En este contexto, se esperan para este jueves aproximadamente 300 protestas masivas en todo el país con la presencia en las calles de entre 600 y 800 mil personas. Por su parte, el Estado francés prepara 12 mil policías de los cuales 5000 estarán en París. A este respecto, varios dirigentes políticos franceses e incluso organismos internacionales alertaron sobre el accionar de las fuerzas de seguridad y denunciaron cientos de detenciones arbitrarias.
De la jornada de hoy participarán trabajadores de escuelas, del sector energético y de transporte y del metro de París, entre varios otros. En los últimos días hubo varios bloqueos de depósitos petroleros, puertos, rutas y universidades. Además, personalidades de la cultura y el espectáculo reclamaron públicamente por la cancelación de la medida y los recolectores de residuos continúan en huelga, con lo que las calles de la capital francesa permanecen llenas de basura. Será un día clave para frenar la reforma, dado que todavía resta el visto bueno final del Consejo Constitucional para que se haga efectiva.
“Un 94% de los trabajadores activos rechazan esta reforma, que no cuenta con una mayoría en la Asamblea Nacional”, declaró el líder del sindicato, CFDT, Laurent Berger, y resaltó que “la calle la rechaza masivamente desde hace más de dos meses y medio”. A su vez, el secretario general de la CGT Philippe Martinez aseguró que las declaraciones recientes de Macron “alimentan la ira” y las calificó de escandalosas. Este miércoles el presidente defendió el decreto y tildó de "sediciosos" a los manifestantes que cometieron desmanes en las protestas.
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