Hoy empieza la segunda semana del juicio -que comenzó el 2 de enero- contra los ocho rugbiers acusados de matar a patadas a Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell, el 18 de enero de 2020. En este sentido, hoy declararán varios testigos, entre los que se encuentra Diego Duarte, el médico forense que hizo la autopsia de la víctima.
Duarte realizó el procedimiento médico en la morgue del Hospital de Pinamar el mismo día del asesinato, seis horas más tarde de la muerte del joven estudiante de derecho. Allí, constató lesiones internas y externas. traumatismo severo de cráneo, un golpe muy fuerte en la cabeza que le provocó un sangrado interno y la muerte inmediata.
En su informe, el forense recalcó que la víctima “habría fallecido por paro cardíaco, producido por shock nefrogénico debido a traumatismo grave de cráneo”. Y agregó que Báez Sosa sufrió una hemorragia masiva intracraneana intra-parenquimatosa sin fractura ósea.
Además, el médico forense remarcó, en el expediente, que Fernando tuvo un “traumatismo cerrado de abdomen con laceración hepática y hematomas en intestino grueso producto de múltiples traumatismos cerrados”.
Y agregó que también sufrió un “hemotórax izquierdo con infiltrado en ambos parénquimas pulmonares” y “múltiples escoriaciones y equimosis en región maxilar y cara lateral de cuello, entre las que se distinguen dos improntas de pie calzado”, confirmando que tenía la zapatilla marcada en la cara, que, según la investigación sería de Máximo Thomsen.
No solo esto, sino que hoy también declararán cuatro médicos, dos policías y varios funcionarios municipales y judiciales. Será la sexta jornada del juicio, que tiene lugar en Dolores y cada vez complica más a los imputados Máximo Thomsen, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz, los ocho imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa.
