Andrea Ranno, recepcionista de un hotel Inti Huasi de Villa Gesell ubicado a una cuadra del boliche Le Brique, dio un testimonio importantísimo y desgarrador en la quinta jornada del juicio por el asesinato a Fernando Báez Sosa.
La recepcionista estaba en la puerta del hotel donde trabajaba cuando vio pasar a los rugbiers yéndose del lugar del crimen rumbo a su casa a minutos de matar a golpes a Fernando. Dijo que los vio riéndose y festejando entre ellos por lo sucedido.
“Le rompí toda la jeta”y “Le llené la jeta de sangre”, fueron algunas de las desgarradoras frases que Ranno escuchó la noche del crimen.
“Todos se sentían partícipes de ese festejo”, aseguró Andrea Ranno al declarar esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores. A su vez, dijo que los rugbiers “venían muy exaltados, muy contentos. Contentísimos y felices”.
Andrea Ranno fue muy importante al momento de la detención de los rugbiers el mismo día del crimen. La policía fue en búsqueda de los posibles autores al hotel en el que trabaja y fue quién avisó que había visto –y escuchado- a los autores e indicó por dónde habían seguido su camino. La casa en la que se hospedaban los asesinos estaba a tan solo una cuadra.
En su declaración, Ranno fue muy precisa de cómo lo vio a Máximo Thomsen al describirlo y dar características de cómo lo vio la madrugada del crimen: “El que iba adelante iba con la camisa oscura abierta, bermudas y caminaba desaforadamente con los puños cerrados, sacado. Los que venían atrás iban muy relajados. Contentos”, agregó.
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