El presidente Alberto Fernández se sometió hoy a una endoscopía, tras haber sufrido un sangrado digestivo por una gastritis erosiva durante la Cumbre del G20 en Bali. Según informó la Unidad Médica Presidencial, "se ha realizado controles endoscópicos en el día de la fecha, no encontrándose lesiones con sangrado activo".
"Se indica reposo y retomar en forma paulatina sus actividades laborales", indica el comunicado firmado por Federico Saavedra, especialista en clínica médica y titular de esta Unidad Presidencial. Después de recuperarse del sangrado, Alberto Fernández reconoció que atravesó "un mal momento que pasó rápido", pero que lo obligó a "restringir la agenda" del G20.
El pasado jueves, el jefe de Estado agradeció "los mensajes de aliento y preocupación" a raíz de la enfermedad que atravesó: "Estoy sinceramente conmovido por ellos". "Me encuentro ya en franca recuperación, siguiendo los cuidados y controles indicados", tuiteó Fernández.
En este sentido, afirmó el jueves pasado en declaraciones radiales que se encuentra "muy bien" de salud. Además, comentó que el cuadro que se le manifestó lo tiene desde hace varios años: "Fue un mal momento". "Tuve un problema estomacal que arrastro desde hace varios años, pero que nunca se había manifestado con el sangrado", reveló.
Alberto Fernández arribó ayer por la madrugada al país en un vuelo de Aerolíneas Argentina que lo trajo desde Madrid, donde mantuvo una reunión con la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz. Antes estuvo de gira por Indonesia en la reunión del G20 y por Francia, donde asistió al 5° Foro de París por la Paz.
