Las fuerzas armadas y de seguridad de Myanmar ya mataron a más de 1.000 civiles desde febrero, cuando ocurrió el golpe de estado. En ese momento, los militares expulsaron del poder a Auung San Suu Ky, la exjefa de estado , e instalaron una junta militar en el gobierno.
Según la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP), una ONG prohibida por la dictadura, el nuevo gobierno ya mató a 1.001 civiles. Por otro lado, esta organización contabilizó 7.320 detenidos y 5.712 personas arrestadas o con sentencia. Aún así, los líderes de la AAPP advirtieron que los números pueden ser considerablemente más altos que los que ellos tienen.
Hasta ahora, el gobierno de facto liderado por Min Aung Hlain sigue reprimiendo a los opositores al régimen. Sin embargo, las movilizaciones contra la dictadura militar persisten. Según la agencia de noticias Europa Press, 92 civiles fueron asesinados por las fuerzas de seguridad este lunes. Entre las víctimas hubo adolescentes, activistas estudiantiles y miembros de Liga Nacional por la Democracia, el partido que dirige la expresidenta depuesta.
El golpe se produjo el 1 de febrero del 2021. Los militares denunciaban que el partido de Auung San Suu Ky había realizado un fraude en las elecciones de noviembre, donde el partido de las fuerzas armadas fue ampliamente derrotado. Por lo tanto, decidieron detener a los gobernantes democráticos e instalar su propio gobierno.
