Una tragedia sacudió a Italia este domingo, cuando 14 personas murieron y otras dos resultaron heridas de gravedad tras la caída de un teleférico en Stresa, estación balnearia del lago Mayor en Piamonte, en el norte del país.

Según informó la prensa local, el incidente, que ocurrió poca antes de las 13 locales (las 8 en la Argentina) se debió a la falla de un cable: la cabina se desplomó cerca de una torre, en uno de los puntos más altos del medio de subida, a 100 metros de la cima de una montaña llamada Mottarone.

De acuerdo a las primeras informaciones, en el teleférico viajaban 15 personas (la capacidad es para 40), entre los que se contaban dos niños que fueron trasladados en muy grave estado a un hospital de Turín. Uno de ellos falleció poco después.

Las operaciones de rescate y recuperación son complicadas porque la caída se produjo en pleno bosque dentro de un área de difícil acceso, al punto que un vehículo de Bomberos que se dirigía a la zona acabó volcando por lo escarpado del terreno. No se reportaron víctimas por este último hecho.

Atracción turística

El popular teleférico conecta en 20 minutos el pueblo de Stresa con el monte Mottarone, y ofrece una vista espectacular de los Alpes. Se trata de una meta muy frecuentada por turistas tanto en verano como en invierno, cuando también funcionan algunas pistas de esquí.

Inaugurado en 1970, el teleférico estuvo cerrado entre 2014 y 2016 por trabajos de mantenimiento. En esa oportunidad se había efectuado una magnetoscopia en los cables, una suerte de rayos X, para verificar su estado. Además, las cabinas habían sido desarmadas y reacondicionadas con un sistema acústico y una videocámara de vigilancia. Estas obras habían costado más de 4 millones de euros.

Debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, había permanecido cerrado al público, hasta el pasado 24 de abril cuando volvió a abrir sus puertas.