Los cinco miembros del gabinete de guerra de Israel se reunieron en Tel Aviv para evaluar la respuesta militar en contra de Irán por el masivo bombardeo con drones y misiles del sábado.
El comité presidido por el primero ministro, Benjamin Netanyahu, se manifestó a favor de una respuesta severa, pero aclaró que esta será en el tiempo y forma que más les convenga.
“Haremos que Irán pague el precio de este ataque”, aseguró el ministro Benny Gantz, quien además instó a crear “una coalición regional” contra Irán.
Los bombardeos iraníes fueron mayormente neutralizados y dejaron 12 heridos, según el Ejército israelí. El conteo final registró más de 300 drones y misiles de crucero lanzados desde Irán, en una misión de represalia por el bombardeo de la embajada iraní en Damasco, Siria, perpetrado solo unos días antes y que causó la muerte de 16 personas, entre ellos el general Mohamad Reza Zahedi, uno de los altos mandos de la Guardia Revolucionaria Quds de Irán.
Según el vocero del Ejército de Israel, Daniel Hagari, el 99% de los drones y misiles fueron interceptados con ayuda de Estados Unidos, Reino Unido y Jordania. Aclaró que varios misiles balísticos alcanzaron territorio israelí y causaron daños menores en una base aérea en el Néguev, y valoró la defensa israelí como “un éxito estratégico muy significativo”.
Teherán, en tanto, sostuvo que “el ataque logró todos sus objetivos”, con “duros golpes” infligidos a la base del Néguev, mientras que el presidente Ebrahim Raisi advirtió que cualquier respuesta “temeraria” de Israel supondría una respuesta militar “decisiva y mucho más fuerte”.
Los líderes de las potencias económicas del G-7 condenaron el bombardeo iraní, mientras la disputa regional se trasladaba también a la sede de la ONU, en Nueva York, donde Israel pidió en el Consejo de Seguridad que se castigara a Irán con “todas las sanciones posibles”.
“Exigimos que Irán y sus aliados cesen sus ataques y estamos listos para tomar nuevas medidas ahora, en caso de nuevas iniciativas de desestabilización”, indicó en un comunicado el G-7, integrado por Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón.
Exigimos que Irán y sus aliados cesen sus ataques y estamos listos para tomar nuevas medidas ahora, en caso de nuevas iniciativas de desestabilización
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en tanto, conversó el mismo sábado con Netanyahu y, según trascendió desde la Casa Blanca, le advirtió que su país no está dispuesto a acompañar ninguna acción ofensiva contra Irán.
“No queremos que esto se intensifique”, dijo el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en el programa de televisión Meet the Press. “No buscamos una guerra más amplia con Irán”, agregó.
Kirby dijo que Netanyahu estaba “muy consciente” de los sentimientos de Biden, después de la llamada del sábado mientras aún se desarrollaba el bombardeo.
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