La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur, va a llegar a Buenos Aires mañana para reunirse con funcionarios del Gobierno y ratificar la alianza geopolítica entre Argentina y Estados Unidos. Además, alertará sobre la ofensiva desplegada por China en Latinoamérica.
Durante las reuniones con Nicolás Posse y Luis Petri, la militar estadounidense planteará la preocupación del Gobierno de Joe Biden por la base espacial china que está en Neuquén, que opera bajo control de Beijing.
No es la primera vez que Richardson expresa estas preocupaciones. El pasado 12 de marzo, en el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes (equivalente a la figura de los Diputados), describió las amenazas que China está desplegando en América Latina. Este comité es el encargado de aprobar los programas defensivos de Estados Unidos. Allí, Richardson se encargó de exponer los planes de contención del Comando Sur frente a la ofensiva china en la región.
Allí, Laura Richardson dijo: “Estados Unidos y la República Popular China están inmersos en una competencia geopolítica basada en opiniones opuestas sobre el valor del orden internacional basado en normas. La República Popular China, a través de Partido Comunista Chino (PCC), busca suplantar a Estados Unidos como líder mundial poder económico y militar”.
Y sumó: “La República Popular China está explotando la frágil seguridad ambiental y sacando provecho de la necesidad regional en inversión económica para ganar influencia y avanzar con su agenda maligna”.
En la previa de la llegada de la general al país, el embajador estadounidense Marc Stanley habló sobre la base china en Neuquén con el diario La Nación. Allí, dijo: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”. Y agregó: “Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”.
El 3 de abril será la reunión de Richardson con Posse y Petri. Si bien no hay un encuentro pactado con Javier Milei, se espera que el presidente pase a saludar por la oficina de Posse, para agradecer el respaldo de la Casa Blanca a la compra de aviones al gobierno de Dinamarca.
