En el marco de un nuevo 2 de abril, fecha en la que conmemoramos a los veteranos y caídos en la guerra de Malvinas y reivindicamos nuestra soberanía sobre las Islas, la feroz bestia del cipayismo acecha. La entrega nacional está en marcha con un plan económico calcado al de Martínez de Hoz, la pulverización de la industria nacional y el aumento suicida de la pobreza y la indigencia. En penumbras -por decisión estética pero también como símbolo de aquello que no se deja ver, del oscurantismo detrás de sus palabras- Javier Milei habló ante cientos de empresarios en el IEFA (International Economic Forum Of Americas).
La ecuación es simple: dime quién te defiende y te diré quién eres. Mientras Alejandro Bulgheroni (titular de Pan American Energy Group) ponderó que el rey león “está haciendo muy bien yendo al fondo de las cosas, a combatir lo que genera esos problemas” y Paolo Rocca (CEO de Techint) auguró que el programa político de La Libertad Avanza será exitoso y que las medidas que está llevando adelante son lo que “la Argentina necesita”, Milei se jactó sin escrúpulos de estar haciendo el ajuste más grande de la historia de la humanidad a base de motosierra y licuadora. Lo hizo con una sonrisa y aludiendo que, para hacerlo, se necesita una dosis de coraje. No hay coraje alguno en echar laburantes, en ponerle la soga al cuello a los jubilados, en no asistir a las personas frente a la emergencia sanitaria por el brote del dengue o en sacarle la comida de la boca a los pibes; pero vayamos punto por punto para entender qué nos quiso decir con su delirio místico de héroe nacional.
Al comenzar, se “lamentó” porque siendo un país productor de alimentos, a 5 millones de argentinos no les alcanza para comer. Lo atribuyó a la “enorme carga fiscal” sobre el sector productor de alimentos, pero se olvidó de contemplar tres puntos claves para hacer creíble su pantomima. En primer lugar, la apertura de las importaciones que definió el gobierno en las últimas semanas, en detrimento de la producción nacional, al igual que en los 90. Usar los dólares que ingresan al país para comprar lo que se puede producir en nuestra patria: la hipotenusa. En segundo lugar, si su empatía fuese real, una de las medidas fundamentales para paliar el hambre en Argentina sería la entrega de los alimentos a los comedores populares que hace meses la ministra de Decapitar Humanos definió cortar. Por último, hace tan solo unas semanas el vocero streamer anunció el cierre del Instituto Nacional de La Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, una medida que no afecta solamente a quienes trabajan en el mismo, sino que ataca de manera directa al desarrollo nacional y a la soberanía alimentaria, ya que este sector produce más del 60% de los alimentos que se consumen en nuestro país. ¿Y el coraje?
La motosierra está sobre la cabeza de los trabajadores. Si te descuidas, te decapita. Con enorme regocijo, el fanático de la IA se vanaglorió de los 50 mil despidos y los 70 mil contratos no renovados. Festejó, en definitiva, dejar a miles de familias argentinas sin ingresos. Todos en su gobierno siguen los mismos pasos porque a los trabajadores se los ataca por todos los frentes posibles. Tal es así que, después de esta muestra de deshumanización explícita, Adorni anunció la suspensión de las cooperativas de trabajo creadas entre 2020 y 2022, medida contraria al debido proceso según la ley vigente. Contraria, incluso, a la libertad asociativa. Extraño concepto de liberalismo el suyo que ya ni trabajar permite. ¿Y el coraje?
No dejó de mencionar -porque prácticamente lo lleva tatuado- el compromiso indeclinable con el déficit cero y agregó “en serio, no mentiroso”. ¿De verdad? Al Congreso Nacional no se animó a ir, pero ya vimos en redes y en medios la defensa vergonzosa del Messi de las finanzas respecto al superávit financiero. Superávit mentiroso e insostenible porque no pagó compromisos de deuda que se deberán afrontar más adelante y con un interés mayor. Además, se sustenta en un recorte brutal, en especial sobre el ingreso de los jubilados, quienes en los últimos días recibieron la noticia de la nueva fórmula de movilidad. Los jubilados en Argentina vienen perdiendo hace mucho y sólo en los últimos tres meses perdieron en promedio el 21% de su poder adquisitivo. ¿Y el coraje?
Ni que hablar del orgullo que siente Milei por haber eliminado la obra pública al igual que las transferencias a las provincias. El hermano de Karina no tiene ni idea cómo sería nuestro país sin la obra pública porque debe creer, al igual que su canciller, que los vecinos pueden hacer una vaquita y organizarse para tener sus propios servicios, porque en los subtipos del gorila, tenemos a quienes creen que todo viene dado y que esto se produce de manera natural. No lo es: es la mano visible del Estado, usualmente en articulación con los privados, mejorando las condiciones urbanísticas y dando trabajo a millones de argentinos. Pero como no lo saben o ni les interesa: motosierra. ¿Y el coraje?
Y como ya es costumbre, siempre es un buen momento para golpear a la educación pública que Milei volvió a caracterizar como un espacio de lavado de cerebro. Sin intenciones de juzgar, pero siendo profundamente sincero, creo que tiene el cerebro más lavado aquel que no puede reconocer que la educación pública en todos sus niveles es un orgullo de nuestro país y que sus instituciones son reconocidas mundialmente. Antipopular, antipatria, aporófobo, porque, en definitiva, defenestra el sistema educativo que ha abrazado a los más humildes de nuestra patria y niega un valor esencial para el desarrollo humano de la Argentina. ¿Y el coraje?
Podría seguir analizando y desentramando cada uno de los puntos que mencionó el presiduende, pero voy a concluir: como ya sabemos, para Milei la inflación es un fenómeno monetario, es decir que emitir dinero es el problema. Tal es así que en el Foro aseguró que emitir dinero es una estafa y que, por ese motivo, debe ser juzgado como un delito de lesa humanidad. Sí, eso dijo. No es inocente ni azaroso y hay que aclararlo: de lesa humanidad son los crímenes cometidos en la dictadura, para acallar la lucha contra el modelo de miseria planificada aplicado por Martínez de Hoz y que Milei y Caputo reivindican y retoman. Su negacionismo va de la mano de la aplicación de su plan económico de endeudamiento, transferencia regresiva de ingresos y venta de los recursos naturales del país: una entrega total de nuestra soberanía, porque al peluca se le cae la baba ante un llamado de Elon Musk por nuestro litio. ¿Y el coraje?
Si Argentina tiene futuro no es porque ese futuro sea liberal, como le gusta decir a Milei. Argentina tiene futuro porque lleva en su sangre el coraje de los 30.000 compañeros detenidos y desaparecidos, de las Madres, de las Abuelas, de los verdaderos próceres que hicieron grande a nuestra Nación, que liberaron pueblos y le hicieron frente al colonialismo. Lleva en su sangre el coraje de las Juana Azurduy, los Güemes, Cabral y San Martín, de los que no entregaron nuestra soberanía, de los veteranos de la guerra de Malvinas y de los pibes que no volvieron. Nuestra tierra late, resurge y se fortalece con ese coraje. No habrá lugar en la historia para la cobardía de un antipatria.