La tensión entre Milei y Maduro continúa creciendo. En las últimas horas, el gobierno venezolano prohibió la entrada de gendarmes al país caribeño. Los mismos iban a custodiar la embajada argentina, donde se refugian varios dirigentes opositores al actual gobierno.
La tensión se desarrolla en medio de la camapaña electoral que se realiza en Venezuela y que está cargada de graves denuncias por irregularidades y persecución política a opositores. De hecho, la candidata mejor posicionada por las encuestas es María Corina Machado, líder de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), quien está vedada de participar en las elecciones.
En ese contexto, los dirigentes Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, todos pertenecientes al PUD, ingresaron a la embajada argentina para obtener resguardo político, ante la persecusión de Maduro.
Cuando el gobierno venezolano se enteró y un grupo de tareas arrancó los cables de electricidad de la residencia diplomática para presionar al gobierno y a los dirigentes que responden a Corina Machado.
Ante ello, Milei emitió un comunicado ratificando su condena contra Maduro y ordenó que se velara por la seguridad de los opositores refugiados a la embajada argentina. En ese contexto, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich decidió enviar a ocho gendarmes para resguardar la embajada.
Sin embargo, la canciller Mondino se comunicó con Bullrich para informarle sobre la negativa del gobierno venezolano a aceptar el ingreso de los gendarmes, A pesar de las insistencias de la ministra de Seguridad, la canciller optó por la vía diplomática para una nueva escala del conflicto entre las dos naciones.
Queda por definir si los opositores refugiados buscan asilo político en Argentina o permaneces como huéspedes en la sede diplomática para participar de la campaña presidencial contra Maduro. La situación deja en un lugar complicado al gobierno argentino. Milei busca resguardar a los opositores, pero no puede permitir que hagan campaña desde la embajada.
La situación queda con final abierto. El Gobierno se mantiene a la espera de una salida política que evite a la ruptura de las relaciones diplomáticas con Venezuela.
