Después de que Milei expresara que no planea convocar a la paritaria nacional docente bajo la excusa de se trataría de presupuesto provincial y no nacional, la actitud del Gobierno respecto de que la docencia pase a considerarse un servicio esencial recrudece.
"¿La educación de quién depende? Es un problema que tiene que resolver las provincias, ¿qué tengo que hacer yo como Nación metiéndome? Es un problema que tienen que arreglar las provincias. La educación, la seguridad y la salud es responsabilidad de las provincias", había dicho el presidente el viernes pasado a Radio Rivadavia para justificar que desde el Gobierno no tienen intención de abrir la paritaria nacional docente. Políticas como esta, que evitan el envío de fondos a las provincias destinados a mejorar el salario docente en un contexto con un 20,6% de inflación, representan una desvalorización de la labor docente pero también de sus condiciones laborales.
En principio, el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, y la Secretaría de Educación, bajo jurisdicción de Carlos Torrendell, habían adelantado que convocarían a la paritaria pero el propio presidente salió a desmentirlo, a pesar de que está legislada por el artículo 10 de la Ley N° 26.075 de Financiamiento Educativo.
A esta negativa se le suma la eliminación por parte del Gobierno del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que fue creado en 1998 para paliar el efecto devaluatorio de las políticas de Carlos Menem y que actualmente representaba entre un 10% y un 15% del salario docente a nivel nacional. Si bien se venía renovando desde su creación, cada cinco años, el beneficio terminó el 31 de diciembre y el oficialismo decidió discontinuarlo.
En el DNU, el Gobierno había intentado incluir a la docencia como servicio esencial, lo que restringe el derecho a huelga y no permitiría que los docentes lleven adelante medidas de fuerza para reclamar por mejores salariales, con el objetivo de evitar paros. Si bien la medida se cayó, por quedar incluida en el capítulo 4 de reforma laboral, desde la Casa Rosada confirmaron que están evaluando volver a proponer a la docencia como servicio esencial "en los próximos días" para garantizar el inicio de clases.
Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA, mencionó que el gremio no descarta la posibilidad de un paro que interrumpa el inicio de clases: "El 22 va a haber un congreso y vamos a tomar una resolución. Los cuatro gremios de la CGT ya han definido que va a haber una medida de fuerza, así que estamos conversando con varios sectores y el 22 vamos a tomar una resolución"", expresó en diálogo con Radio Con Vos.