La Fiscalía de Delitos Ambientales de Neuquén inició una investigación contra el dueño y dos directivos de la empresa Comarsa, que opera en Vaca Muerta, por acumular toneladas de residuos tóxicos a los que debía dar tratamiento, incumpliendo su tarea y exponiendo a las poblaciones que viven al lado de los depósitos a todo tipo de sustancias tóxicas en aire y agua.
Comarsa es una empresa dedicada al tratamiento de residuos de la actividad petrolera que opera sobre tierras fiscales neuquinas, en el territorio comprendido por Vaca Muerta. Enormes piletones con basura proveniente de la extracción de hidrocarburos se acumulan a nada de los habitantes de la zona, que permanecen expuestos a graves enfermedades mientras la empresa factura por un trabajo que no hace: tratar y elmiminar esos residuos.
Así, por una denuncia presentada por la Asociación de Abogadas y Abogados Ambientalistas y la APDH de Neuquén, el fiscal Máximo Breide Obeid acusó al director de Comarsa, Juan Manuel Luis, al director suplente entre 2014 y 2021, Héctor Basilotta, y al gerente general entre 2013 y 2016, cuyo nombre no trascendió.
A los tres los señaló por administrar una planta que “recibió sistemáticamente residuos peligrosos que no podía tratar y haber simulado ganancias por tratamientos que no realizaron, contaminando el ambiente y poniendo en peligro la salud de la población”, citaron desde el Observatorio Petrolero Sur (Opsur).
“Las montañas de barro de Comarsa poseen hidrocarburos totales de petróleo, que contienen compuestos volátiles y altamente tóxicos, entre los cuales se pueden mencionar los BTEX (Benceno, Tolueno, Etilbenceno y Xileno) y HAPS (Hidrocarburos aromáticos policíclicos, como naftaleno, fluoreno, fenantreno) y metales pesados como plomo, bario y mercurio, entre otros”, especificó además Opsur.
Según la denuncia, mientras la compañía recibía y acumulaba residuos que excedían con creces su capacidad de tratamiento, “emitió a YPF certificados de tratamientos de esos residuos y cobró a sus clientes por tratamientos que nunca realizó”, disimulando así su situación real para continuar justificando sus ganancias.
“En marzo de 2023 la empresa abandonó totalmente el tratamiento de residuos por biorremediación y envió a disposición final. La fiscalía constató que no se biorremedia más. No se está haciendo nada”, sostuvo el fiscal Breide Obeid, y agregó: “Hoy permanecen acopiados más de 200 mil m3 de residuos peligrosos, separados de la población circundante a 500 metros solo por un paredón de hormigón que se encuentra prácticamente caído”.
Además, alertó que “es inconmensurable la cantidad de vecinos afectados” por los residuos provenientes de Vaca Muerta, mientras que el Opsur precisó que a sólo 500 metros de la planta de Comarsa “hay barrios densamente poblados como 7 de Mayo, El Nido, Loteo Social y Cuenca XV”.
Con ese trasfondo, la Fiscalía tiene un año para recolectar pruebas y llevar a los acusados a juicio, en tanto que el proceso de investigación involucrará un relevamiento de las condiciones de salud de los habitantes de la zona para dimensionar el daño provocado por los deshechos.
