Ernesto Tenembaum se explayó, esta mañana, sobre el carácter drástico y acelerado de los cambios que propone el Gobierno de Milei para el país y aseguró que, aun si triunfa, podría dejar una Argentina todavía más injusta, tensa socialmente y con peor calidad de vida que la anterior.
“Hay gente que cree que la Argentina necesita una revolución, que puede ser de izquierda, de derecha”, pero que es, sobre todo “un cambio muy abrupto de las cosas”, en contraposición con lo que es una reforma, que implica una transformación más gradual. Así lo señaló Ernesto Tenembaum hoy por ¿Y Ahora Quién Podrá Ayudarnos?, para referirse a la impronta drástica de las medidas del Gobierno.
Para ilustrar su señalamiento, el periodista se refirió a los dichos recientes de Federico Sturzenegger, quien sostuvo la necesidad de barrer con los cotos a los empresarios pesqueros por favorecer a personas allegadas a los dirigentes políticos, habilitando en su lugar la entrada irrestricta de las compañías extranjeras.
“Él dice que no recaudamos lo que podríamos recaudar porque existe eso, y plantea romper con eso y habilitar que inversores extranjeros puedan entrar ahí” porque la competencia “genera más ingresos”, reconstruyó el conductor de Radio Con Vos antes de agregar: “Un poco tiene razón, pero tenemos un problema porque el sistema actual, como funciona, genera 30 mil puestos de trabajo. Sturzenegger dice ‘a mí no me importa eso’”.
Ante esa situación, consideró que mientras un reformista vería la forma de modificar la situación sin llevarse puestos esos empleos, “un revolucionario barre con todo” y “eso aplica al caso de Milei y Sturzenegger”, aunque señaló la excepción de Tierra del Fuego, donde Nicolás Caputo se beneficia con considerables exenciones impositivas y otros privilegios. “Hay algunos lugares donde la revolución no es tan profunda”, observó Tenembaum.
“En Tierra del Fuego hay un coto, son dos empresarios que tienen beneficios impositivos de mil cien millones de dólares. Claro, emplean gente, la sociedad fueguina depende en gran parte de que eso exista y te genera un dilema. Un revolucionario barre con todo, un reformista busca reformarlo y un tipo que está en el tongo lo mantiene porque el beneficiario es el primo del ministro de Economía. Entonces ahí Sturzenegger cede ante el tongo”, señaló a continuación.
Tal vez sea una revolución mal hecha y aun cuando triunfe genere una situación muy dura para la vida de todos los argentinos.
Volviendo sobre lo que consideró una “revolución mal hecha” por parte de Milei, el periodista analizó: “Las revoluciones pueden ganar o perder. Aun cuando los revolucionarios ganan, eso tiene un costo en calidad de vida, en tensión e integración social, y finalmente, cuando ganan, (las condiciones) pueden ser más injustas de lo que había”.
De hecho, continuó, “que te estén recortando 20%, 25%, 30% del salario” es una señal de esa injusticia. “Vos de repente lográs frenar la inflación, ¿para qué? ¿Con la gente 25% más pobre? Tal vez sea una revolución mal hecha y aun cuando triunfe genere una situación muy dura para la vida de todos los argentinos”.
“Lo que quería marcar es eso, hay una mirada revolucionaria. ‘No me pidas salario ahora, si estoy en una revolución, no me pidas educación, no me pidas lucha contra el narcotráfico, me estoy peleando con Pullaro porque el tipo es parte del enemigo, lo voy a desfinanciar y no me importa que no tenga plata la policía para combatir el narco’”, ejemplificó al final.
