Esta mañana, Ernesto Tenembaum se refirió a la existencia de “una campaña terrible orquestada desde el Estado” contra las personas que manifiestan disensos “para dañar su prestigio, para tratar de hacerles perder el equilibrio y aislarlas socialmente”. En ese sentido, habló específicamente del “ataque completamente injusto que desde el presidente Milei en adelante están orquestando hace varios meses contra una de las grandes artistas de la Argentina, que es Lali Espósito”.
“Uno tiene que tener el derecho de opinar libremente y criticar a un gobierno sin que eso tenga costos”, opinó el conductor de YAQPA y recordó que ese debate, desde el regreso de la democracia en adelante, se acentuó a partir del 2008 durante el kirchnerismo, cuando desde el Gobierno de Cristina Fernández y a través de medios oficialistas cargaron contra diferentes figuras públicas, en buena parte artistas, que habían criticado a esa gestión.
“El carpetazo estaba a la orden del día”, recordó el periodista y agegó: “Era un delirio que con mentiras, con verdades a medias, se hostigaba a quien pensara distinto. De esa discusión surgen muchos movimientos opositores, y anclado en esa oposición, uno pensaba que era de verdad, aparece el PRO”. Dicho esto, aprovechó para observar que “es paradójico que el PRO hoy este encolumnado con un presidente que hace de la defensa de los escraches un eje central de su comunicación”.
En ese contexto, el conductor recordó que desde el resultado de las PASO, cuando Lali Espósito expresó su disgusto con el triunfo de Milei, el entonces candidato y su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, la ningunearon y acusaron de “llenarse la billetera” con el Estado. En adelante, las referencias a la cantante de parte del mandatario volvieron a aparecer, al punto tal que sus seguidores iniciaron una campaña de mentiras y desprestigio en redes sociales.
Así, por ejemplo, los libertarios difundieron una placa falsa de Infobae que anunciaba el retiro de Lali de los escenarios por no contar con “respaldo” del Estado y comenzaron a llamarla despectivamente “Lali Depósito”, todo lo cual fue apoyado por retuits y megustas del propio presidente. “Él estimula la mentira sobre Lali Espósito”, indicó Tenembaum.
Y añadió: “En la época del kirchnerismo, cuando alguien hacía lo que hizo Lali Espósito, había programas de televisión que, en lugar de discutir el abuso de poder contra la persona que se atrevía a opinar distinto, discutían a esa persona. Ahora eso se hace desde las redes, estimulado directamente -y esto quizás es lo más grave de todo- por el presidente de la Nación, que después de lo que dijo Lali ayer (en un concierto en el que la artista cargó contra “los mentirosos”) fue retuitear otra vez la expresión ‘Lali Depósito’, como si ella fuese una corrupta que vive de los fondos estatales robándole al pueblo”.
Según Tenembaum, es “exagerado” tildar al presidente de fascista por su actitud, pero para Milei no parece serlo “porque hace exactamente tres años, cuando era candidato a diputado, dijo que agredir desde el Estado a una persona porque piensa distinto es un método fascista”.
En ese momento, el conductor reprodujo un audio de Milei registrado en 2021. “Si hay Estado, si esas personas que están ahí trabajan en algún medio que recibe fondos del Estado o ese medio está vinculado a un funcionario”, que desde ese ámbito se exponga a quien critica al gobierno “es un accionar del Estado para perseguir a los que piensan distinto, estamos en un grave delito, eso es fascismo, eso es perseguir al que piensa distinto, y esa es la policía del pensamiento”, decía el entonces candidato a diputado.
Ahora, señaló Tenembaum, “es el presidente de la nación directamente con su cuenta de Twitter que hostiga y hostiga a una de las grandes artistas de la Argentina”. “En lugar de reaccionar agrediéndola, ensuciándola con cosas que además son falsas, lo que corresponde para un líder es un acercamiento humano para tratar de entender. Milei optó por la misión completamente inversa, estimular que la ensucien, estimular el carpetazo, estimular la humillación, la utilización del aparato del Estado para perseguir a quien opina distinto”, cerró.
