Tras un año y ocho meses de retención en el Aeropuerto de Ezeiza, esta madrugada fue retirado del país el avión venezolano que llegó a Argentina el pasado 6 de junio de 2022, con una tripulación de 19 personas.
A pesar de los múltiples reclamos diplomáticos del gobierno venezolano, propietarios de avión que declaran el secuestro como ilegal, el Boeing 747-300 partió rumbo a Estados Unidos, donde la Justicia pidió el decomiso.
La aeronave de carga, fabricada en EE.UU., Venezuela se la compró a la iraní Mahan Air y llegó a la Argentina transportando autopartes de Volkswagen. No obstante, desde los Estados Unidos sostienen que la venta de Mahan Air a la empresa venezolana Conviasa violó el embargo dispuesto contra esa aerolínea e Irán, por lo que solicitó su decomiso. La situación se agravó entre febrero y mayo de 2022, porque la empresa venezolana permitió que el avión viajara desde Caracas a Teherán y Moscú.
El avión llegó a Buenos Aires el 6 de junio de 2022 con una carga de autopartes de SAS Automotriz, una firma que comercializa asientos y panel de instrumentos para Volkswagen. El 8 de junio, dos días después de su llegada, el avión intentó volar a Uruguay para cargar combustible, pero el gobierno de ese país le impidió aterrizar.
En ese momento, la Justicia argentina retuvo a los 19 tripulantes de la nave- 15 venezolanos y 4 iraníes- y les inició una investigación que concluyó sin encontrar delito alguno. Tras un escándalo mediático en que se hizo todo tipo de especulaciones relativas al terrorismo y al narcotráfico, todos los tripulantes fueron liberados con falta de mérito.
No obstante, el pasado 29 de diciembre, el juez federal Federico Villena ordenó el decomiso definitivo del avión de Emtrasur.
El avión volvió a generar revuelo el pasado viernes cuando fue visitado por el diplomático venezolano José Jesús Jatar Díaz, quien sacó varias fotos con su celular hasta que fue increpado por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Según declaró la Embajada Venezolana, Jatar visitó el avión “como legítimo propietario”, con todas las autorizaciones correspondientes de ANAC y de la PSA. El incidente con funcionarios de éste último organismo, según Venezuela, correspondería a “una operación” del diario Clarín, para vincular a ese cuerpo diplomático con actividades como el terrorismo y el narcotráfico.
Por el hecho se abrió una causa judicial y ya se pidieron varias medidas de prueba para saber cómo entró el diplomático al aeropuerto, por qué lugar ingresó, quién lo autorizó, entre otras cosas. También se pidieron las cámaras de seguridad del aeropuerto como en otros episodios que ocurren dentro de la terminal.
El avión venezolano estuvo más de un año bajo custodia del Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos. De hecho, realizaron inspecciones mecánicas y de los lugares de almacenamiento aunque todas las tareas de mantenimiento quedaron a cargo de la empresa Risk Mondial, Aviation & Recovery. En los últimos meses, el avión se puso en movimiento más de una vez y circularon videos en las redes.