Luego de que la Ley Ómnibus hiciera agua en Diputados, Milei se despachó contra los legisladores de la UCR en las redes sociales y publicó una lista negra de nombres que votaron en contra del proyecto. Frente a ello, el sector dialoguista que conduce Rodrigo De Loredo quedó muy debilitado.
El llanto de De Loredo en la puerta del Congreso, quien le había ganado a Manes la batalla por la presidencia del bloque de la UCR en Diputados, condensó el fracaso de su intento de diálogo con el Ejecutivo.
De Loredo junto con Martín Tetaz son algunos de los radicales que más se identifican con algunas de las ideas libertarias. Tal es así que durante la última campaña electoral, el propio Macri los ponderó como referentes de la renovación de lo que entonces era Juntos por el Cambio.
Por el otro lado, Manes y el referente de Evolución, Martín Lousteau, son fuertes críticos de Milei. Lousteau incluso llegó a compararlo con Cristina Kirchner: "No es muy distinto de cuando Cristina se enojaba con los porteños o cordobeses. Es exactamente la misma lógica de acumulación de poder, es el mismo gen”.
Durante el tiempo que la Ley Ómnibus estuvo en el recinto, los diputados radicales, que tuvieron vía libre para votar, habían aprobado el proyecto en términos generales, pero la mayoría votó negativamente cuando se discutió la ley artículo por artículo.
Tras esa votación, pareció fortalecerse el eje Manes/Lousteau y se debilitó De Loredo. Las diferencias entre ambos sectores de la UCR pudieron sostenerse durante la campaña pero ahora con Milei presidente paracen más difíciles de suturar. Sin embargo, desde adentro afirman que el bloque no se rompe, y ahora la discusión no es cómo votar en el recinto, sino qué rol deben cumplir los radicales en los próximos cuatro años.
Aun así, los ataques recibidos de parte de Milei parecieran darle un sentido de unidad a los radicales, para quienes los agravios de parte del Gobierno los impulsa a colocarse en la vereda de enfrente. A esto se suma el cansancio de los gobernadores, a quienes les acaban de quitar el subsidio al transporte.
Para los radicales más opositores de Milei, ahora se trata de dejar que "el Gobierno se siga equivocando"; vaticinan un fracaso del experimento libertario que junto con él corra de la escena al PRO, su viejo aliado.