La Policía Federal de Brasil desplegó hoy una gran operación contra Jair Bolsonaro y sus aliados más próximos, entre ellos varios militares, por haber intentado un golpe de Estado hace exactamente un año en Brasilia.
Los agentes cumplieron 33 órdenes de allanamiento, 4 de prisión y 48 medidas cautelares contra los investigados, que incluyen "la prohibición de mantener contacto" con el resto de sospechosos, de dejar el país y la suspensión de sus funciones públicas.
Por este motivo, el juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, le ordenó a Bolsonaro entregar su pasaporte en un plazo de 24 horas.
La causa sostiene que el “asalto al Palacio de Planalto” fue planificado y concertado por altos funcionarios estatales con el objetivo de desconocer el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones del año pasado y sostener, de manera ilegítima, a Jair Bolsonaro en el poder.
Según la prensa brasileña, entre los objetivos del operativo están los exministros y generales del Ejército Walter Braga Netto, Augusto Heleno y Paulo Sérgio Nogueira, que integraron el gabinete de Bolsonaro (2019-2022), y el excomandante de la Marina, Almir Garnier Santos.
Consultado por el procedimiento, el presidente Lula se abstuvo de opinar en defensa de la independencia de poderes y recordó los 600 días que pasó en la cárcel. “Espero que Bolsonaro cuente con la presunción de inocencia que yo no tuve”, respondió.
Espero que Bolsonaro cuente con la presunción de inocencia que yo no tuve
Lula da Silva
En su discurso de este martes, sin embargo, no escatimó en calificativos hacia su predecesor: “Me parece que el loco que gobernó este país era un aloprado (loco). No entendía nada, excepto decir tonterías, predicar el odio y ofender a los demás. No entendía nada. El tipo dejó morir a 700.000 personas en este país diciendo que la Covid era una gripecita. ¡Ignorante! Un ignorante como él nunca debería haber llegado a Presidente de la República”, dijo.