En la Argentina, hay muchas frases que se usan en el día a día y que son difíciles de traducir a otros idiomas. Una de estas frases es "Chaucha y palitos". ¿De dónde viene esta frase y qué significa realmente?

La chaucha es una legumbre que es muy común en nuestro país. Es una planta trepadora que produce vainas largas y finas que contienen semillas. El palito es un trozo de madera que se usa para sostener la chaucha, pero también uno de los elementos que componen a la yerba mate.

En la Argentina, la chaucha y el palito se usan a menudo como metáforas para algo que es de poco valor o que es muy barato. Por ejemplo, si alguien dice que algo vale "chaucha y palitos", significa que es muy barato.

El verdadero origen de la frase "chaucha y palitos"

Para conocer el origen de "chaucha y palitos" hay que remontarse, como mínimo, al siglo XIX. En aquel entonces, los paisanos consideraban a la chaucha como un vegetal de escaso valor, muy por debajo de otros, más sustanciosos. A eso debe añadirse que, como grandes tomadores de mate que eran, cuando venía uno de los denominados lavados, que tiene en primer plano los palos de la yerba flotando, lo consideraban casi una ofensa, pues se trataba de un mate de bajo nivel, sin importar si la causa era la calidad de la yerba mate o la impericia del cebador.

De acuerdo a lo que se sabe del tema, estos dos ejemplos se habrían sumado para indicar algo que exhibe poco valor. Desde entonces, los criollos lograron imponer esta frase en otros contextos, y es así que todavía la usamos para manifestar que un objeto o una situación dada, no valen la pena o que tienen un costo insignificante. Sirve no solamente para señalar el valor o el precio de algo, sino también para degradarlo o descalificarlo.

A pesar de los cambios en la economía y el avance tecnológico, la expresión "Chaucha y palitos" se ha mantenido arraigada en la lengua argentina como un testimonio vivo de la riqueza idiomática del país.