La continuidad de Marcelo Gallardo al frente del Al-Ittihad de Arabia Saudita corre peligro. El entrenador pasa un momento delicado con los jeques por una drástica decisión que tomó el argentino respecto a la conformación de su equipo.
Después de estar casi un año sin dirigir tras su salida de River, el DT llegó al club saudí a mediados de noviembre y fue recibido con honores por la dirigencia árabe. Desde que tomó el mando técnico, el equipo marcha séptimo en la Liga Profesional Saudí y quedó eliminado del Mundial de Clubes.
Y luego del regreso a los entrenamientos tras el certamen de la FIFA, una bomba explotó en el vestuario que comanda Gallardo. Es que, desde el 3 de enero, el goleador francés Karim Benzema nunca volvió a practicar con el Al-Ittihad. El delantero de 36 años estaba de vacaciones en las Islas Mauricio y aparentemente habría quedado incomunicado por culpa de un tifón que azotó la zona y que canceló muchos vuelos.
Sin embargo, trascendió que el exjugador de Real Madrid no estaría muy cómodo en la liga saudí y habría presionado para salir a préstamo a Europa. El problema es que su contrato con el equipo del Fondo de Inversión Pública (FIP) es hasta diciembre de 2026. Según medios locales, Al-Ittihad habría aceptado el pedido Benzema, pero le habría ofertado ir a otro club de Arabia. El delantero no aceptó.
En este contexto, el pasado viernes hubo una reunión entre dirigentes del club, Benzema y Gallardo para definir el futuro del francés, ya que el jueves había vuelto a entrenar. Pero no hubo acuerdo. Ahora, Karim se entrena por su cuenta en la ciudad saudí de Riad, mientras el Muñeco, que lo dejó afuera de la pretemporada, dirige las prácticas preparatorias del equipo en Dubái.
El castigo por razones disciplinarias dispuesto por el extécnico de River fue por la falta de compromiso del Gato con el equipo. Pero a los dueños del Al-Ittihad no les gustó y presionan a Gallardo para que reincorpore a su estrella, teniendo en cuenta la inversión de millones de dólares. Así, la tensión entre los jeques y el cuerpo técnico se profundiza y en los medios saudíes trascendió que podrían despedir al argentino o forzar su renuncia. Lo cierto, es que por ahora, continúa con el buzo amarillo y negro de DT.
