El papa Francisco dedicó su audiencia del día de hoy a dictar una catequesis sobre la lujuria, en la que habló sobre la naturaleza del amor y del placer sexual para los cristianos.

El sumo pontífice aseguró que el placer sexual “es un don de Dios” socavado “por la pornografía” y destacó que “el verdadero amor se dona” porque “no posee”.

En este sentido, destacó el papel del enamoramiento como “una experiencia vital en la vida de las personas” y “una de las realidades más sorprendentes de la existencia”. “Nadie sabe” por qué enamorarse sea tan central en la vida humana, dijo, pero la realidad es  que “una persona se enamora de otra, el enamoramiento viene”. Y describió la "fuerza y la belleza del amor", presente en la Biblia, por ejemplo, en el Cantar de los Cantares, “un estupendo poema del amor entre dos novios”.

Francisco aclaró que “en el cristianismo no hay una condena del instinto sexual” y, por el contrario, aseguró que el enamoramiento provee un “jardín de maravillas” que hace que la persona enamorada “se vuelva generosa, disfrute regalando, deje de pensar en sí misma para proyectarse plenamente al otro”.

Pero ese jardín, advirtió, “puede estar contaminado por el demonio de la lujuria, un vicio particularmente odioso”.

"La lujuria devasta las relaciones entre las personas, tal como demuestran las noticias cotidianas. ¿Cuántas relaciones que comenzaron de la mejor manera se convierten luego en relaciones tóxicas, de posesión del otro, carentes de respeto”, destacó el pontífice argentino.

La lujuria devasta las relaciones entre las personas, tal como demuestran las noticias cotidianas. ¿Cuántas relaciones que comenzaron de la mejor manera se convierten luego en relaciones tóxicas, de posesión del otro, carentes de respeto?

En esos amores ha faltado la castidad, “una virtud que no hay que confundir con la abstinencia sexual sino con la voluntad de no poseer nunca al otro”.

“Amar es respetar al otro, buscar su felicidad, cultivar la empatía por sus sentimientos”. La lujuria, en cambio, “se burla de todo esto, saquea, roba, consume de prisa y juzga aburrido todo cortejo”.

El Papa destacó que “el sexo implica todos los sentidos, habita en el cuerpo como en la psique, pero si no se disciplina con paciencia, si no se inscribe en una relación y una historia en la que dos individuos lo transforman en una danza amorosa, se convierte en una cadena que priva al hombre de libertad”.

Jorge Bergoglio destacó que “el placer sexual es un don de Dios, que se va socavado por la pornografía: satisfacción sin relación que puede generar formas de adicción”.