El nuevo interventor del Ente Nacional Regulador de Gas (Enargas), Carlos Casares, ordenó la realización de una investigación interna después de que se encontraran dos servidores informáticos no declarados en la sala de sistemas de la sede del organismo, que tiene acceso restringido.
Se presume que los servidores se utilizaban para minar criptomonedas, dada la potencia de las unidades informáticas y el hecho de que no brindaban ningún tipo de servicio asociado al control de la actividad gasífera.
En razón de ello es que se apunta como presunto responsable a Ramiro Pigliapoco, quien hasta fines de diciembre era titular del área de Tecnología de Comunicación e Información del Enargas. El ente anunció la creación de una comisión investigadora, pero un día antes de su oficialización Pigliapoco renunció, evitando así que se lo indague en profundidad.
La sospecha del exgerente se dio ya que él era uno de los pocos que tenía autorización para ingresar a la sala de sistemas. Ahora, los investigadores deberán determinar los propietarios de los equipos informáticos y si efectivamente funcionaban para el minado de cripto.
Si con el correr de los días la investigación arroja pruebas concluyentes, las nuevas autoridades de Enargas podrían llevar el caso a la Justicia.