Caseros, industriales, con frutas abrillantadas o frutos secos: las altas temperaturas no son excusa para no disfrutar del pan dulce, la tradición de todos los argentinos a la hora del brindis en Navidad.
A continuación, te dejamos los cinco mejores lugares para comprar pan dulce en Buenos Aires. Algunos ya son un ícono de las fiestas, otros traen propuestas alternativas y novedosas.
En términos de antigüedad, El Progreso (Av. Santa Fe 2820) se lleva el primer puesto. Fundada en los años 20, la pastelería es la favorita de muchos. En el año 1923 su “Pannettone" fue premiado con diploma y medalla de oro en la Exposición Internacional de Roma. Hoy, a más de 100 años de su apertura, los nietos y biznietos del fundador mantienen viva la tradición con el mismo entusiasmo inicial.
Otro clásico y accesible lugar para comprar pan dulce es Pertutti, en donde lo ofrecen en dos variantes: el tradicional con fruta abrillantada, frutos secos, cerezas y quinotos, y otra opción solo con frutos secos. Se venden a través de su tienda online o en cualquiera de sus sucursales.
Un poco alejado de la capital, en Hurlingham, Los Pinos es una panadería con una historia muy particular: fue la elegida por Diego Armando Maradona cada vez que transitaba por la zona Oeste de la provincia de Buenos Aires por su famoso Stollen. De acuerdo a las opiniones de muchas personas que transitan el barrio, se arman filas muy extensas para poder adquirir algunas de las exquisiteces que ofrecen.
Es totalmente normal que durante esta época del año las colas en la puerta de Plaza Mayor sean parte del paisaje para los vecinos de Montserrat. El restaurante ofrece un solo tipo de pan dulce que se elabora durante todo el año repleto de frutos secos, higos, cerezas, pasas de uva y una masa que parece terciopelo. Un dato no menor: sólo se puede comprar de manera presencial.
Uno que vale completamente su precio es el pan dulce de Nucha en todas sus versiones: de tipo milanés de miga esponjosa, con frutas secas, pasas de uva y cascaritas de naranja. También hay una versión genovesa y otra tipo milanés con almendra y nuez. Se adaptaron a la nueva tendencia, y ofrecen versiones con chocolate y cascaritas de naranja