En el entramado culinario de Buenos Aires, donde la oferta es vasta y diversa, un rincón destaca por su propuesta para los fanáticos de la carne: un bodegón porteño para que comas como se debe.
Se trata de "Donde Manda Capitán", un bodegón económico ubicado en el corazón de Caballito. Este establecimiento, que se erige como una opción ideal para quienes buscan disfrutar de las mejores carnes del país a un precio razonable.
Este local gastronómico invita a deleitarse con parrilladas para compartir, prometiendo una experiencia gastronómica memorable. Con su cálida atención y un ambiente acogedor, "Donde Manda Capitán" se posiciona como el destino perfecto para una velada entre amigos, en pareja o en familia.
Cuál es el gran bodegón porteño que está abierto un 1 de mayo
Se encuentra en la esquina de la avenida Díaz Vélez y la calle Olaya, a pocos pasos del Parque Centenario, este bodegón ofrece sus servicios todos los días, desde el mediodía hasta altas horas de la noche.
Entre las delicias que componen su variada carta, destacan la clásica parrillada, ideal para compartir y explorar diferentes cortes de carne, así como el asado asador, una costilla ancha a la leña con un delicioso sabor ahumado. Otro plato estrella es el bife Gran Capitán, un jugoso bife de chorizo mariposa acompañado de panceta, mozzarella, morrón y papas fritas.
¿Qué ofrece y cómo llegar?
Para aquellos que prefieren alternativas más allá de la carne, "Donde Manda Capitán" también ofrece una amplia gama de opciones, que van desde pastas como sorrentinos, fideos y canelones, hasta empanadas de carne, milanesas, salmón, guisos y parrillada vegetariana.
Para llegar al bodegón, se puede acceder fácilmente mediante transporte público. Las líneas de colectivo 5, 8, 25, 26, 84, 85, 86 y 132 transitan por sus cercanías, y también se puede optar por la línea A del subte. Con su propuesta gastronómica auténtica y accesible, "Donde Manda Capitán" se presenta como una parada obligatoria para los amantes de la buena carne y la comida reconfortante en la ciudad.
