Nota de opinión
Señor lector, esta es una nota de opinión, tal como se indica previamente. Por tal motivo leerá a continuación un pan dulce, donde la masa está compuesta de subjetividades y las infames frutas abrillantadas están desperdigadas como objetividades. En esas proporciones y con ese criterio, procedo a comentarle que el agro nada en aguas turbias y busca desesperadamente un símbolo de paz.
Estás buscando un viejo camisón...
Demás está decir que la comunidad agropecuaria la componen una infinidad de sectores, una serie de eslabones que van conformando una larga cadena. Pero sin el productor, nadie comería, invertiría en semillas nuevas o maquinaria agrícola, exportaría granos, nadie acopiaría, etc.
Estás buscando alguna religión...
Obviamente esto no lo hace el más importante, porque sin el último eslabón (el consumidor local o el exportador), no habría necesidad de construir esa cadena. Pero sí, el primero de todos esos, es el productor.
Estás buscando un símbolo de paz...
Aguas turbias
Esos individuos llamados productores están completamente podridos, hartos, cansados, hastiados de nadar en aguas turbias. ¿Por qué, les va mal? Muchos se llenaron de plata y otros directamente desaparecieron de la actividad. Pero no, no es el punto de esta nota evaluar rentabilidad.
Estás buscando un incienso ya...
Lo que muchos sienten, pero ninguno quiere reconocer hoy a viva voz, es que en los últimos años todos los días se levantan y lo primero que tienen que hacer es mirar las noticias. Con este nuevísimo gobierno o con el anterior, no pueden escaparle al constante e insoportable cambio de reglas para laburar.
Estás buscando un sueño en el placar...
El colmo de esta situación llegó esta semana, cuando el ministro de Economía de la Nación, Luis "Toto" Caputo, explicó que aumentarán las "retenciones para productos no agropecuarios", pero minutos más tarde se conoció que van a subir el tributo al 15% para todos los productos del campo.
Estás buscando un símbolo de paz...
Con el objetivo claro de no "pegarle" a un gobierno que recién llega y más afín en ideología económica, la gran mayoría decidió guardar silencio. Ojo! No fue un silencio cómplice, sino uno pragmático y de ilusión de orden fiscal. Pero los productores se quedaron duros, apretando los dientes tan fuerte que hasta sintieron el sabor de la sangre en la boca. Cerraron el puño de la mano con tanta energía que le quedaron los nudillos blancos de furia y las uñas marcadas en la palma.
Y damos vueltas a la heladera y solo queda un limón sin exprimir...
Casi un meme
Desde el primer Programa de Incremento Exportador (PIE) de Massa o, si quieren ir más atrás en el tiempo, la prohibición de exportar ciertos cortes bovinos, los cupos de exportación, el cierre de las DJVE del maíz de Basterra, la baja a 0% de las retenciones de la lechería y otras economías regionales, los mil millones de tipos de cambio de Alberto, los SIRA para importar, el desabastecimiento del combustible, las Elecciones y promesas de campaña, hasta la vuelta de las retenciones de esta semana; el productor no aguanta más y tiene lo huevos servidos en un plato (la metáfora hágala usted).
Nos divertimos en primavera...
La cuestión es sencilla. Los productores quieren que un día sea parecido al anterior y también al de mañana. No despertar y tener que reprogramar absolutamente todo. Ahora parece que hay que llegar hasta el invierno que viene y "zafar" el verano nada más. Veremos en ese proceso qué pasa con los productores argentinos y cuánto pueden aguantar en silencio.
Y en invierno nos queremos morir...
