El primer ministro de Portugal, António Costa, renunció hoy por un escándalo de corrupción vinculado a proyectos de energía por la que su jefe de despacho fue encarcelado. "En estas circunstancias, obviamente, he presentado mi renuncia ante el Presidente de la República", dijo en cadena nacional.

En su declaración ante la prensa, Costa señaló que "la dignidad del cargo es incompatible con la apertura de una investigación". "Mi obligación es también preservar la dignidad de las instituciones democráticas", subrayó el dirigente que fue primer ministro de Portugal desde 2015.

Las dos ideas que sostuvo fueron que ignoraba los actos que son considerados sospechosos de corrupción, pero que el anuncio de la fiscalía de Portugal de que sería investigado le invalida para continuar al frente del Gobierno. "Yo no estoy por encima de la ley, si hay alguna sospecha que sea investigada", expresó. "Estoy tranquilo con el juicio de mi conciencia, no ya respecto a actos ilícitos, sino incluso censurables", destacó.

Costa fue "mencionado por los sospechosos" en la investigación por irregularidades en la entrega de concesiones para la exploración de litio y la producción de hidrógeno. En esta causa, que busca determinar si hubo "malversación, corrupción activa y pasiva de cargos públicos y tráfico de influencia", fue imputado también el ministro de Infraestructuras, Joao Galamba.

Horas antes de la dimisión, la policía arrestó a Vítor Escária, jefe de despacho de António Costa, y allanó varios edificios públicos y otras propiedades como parte de una amplia investigación. La fiscalía señaló que el juez de la causa encarceló al asesor del premier de Portugal, al alcalde de Sines y otros tres funcionarios ante la probabilidad de fuga o por proteger evidencias.