Un Policía de la Ciudad de 23 años se quitó la vida con su arma reglamentaria tras la final que Boca perdió ante Fluminense por Copa Libertadores. El dramático episodio ocurrió en su domicilio en la ciudad de Claypole, en el sur del conurbano bonaerense.
El policía era Marcelo Alejandro Morales, quien estaba en uso de licencia médica, y según trascendió, estaba relacionado a algunos problemas psiquiátricos. Según contó su madre, apenas terminó de ver el partido subió a su habitación y se disparó en la cien lateral derecha con su pistola reglamentaria marca Beretta.
"Era re fanático de Boca, si perdía estaba mal, deprimido y triste. Decía que Boca no podía perder. Estaba viendo el partido con su hermano y con su papá. Yo le decía que tenga fe, que íbamos a ganar", afirmó destrozada Verónica, la madre del joven policía.
Y agregó: "Hace tres semanas le dijo al padre que no me cuente nada a mí, pero le dijo ‘si el 4 de noviembre no gana Boca, yo me mato’. El papá pensó que estaba haciendo una joda, no lo tomó en serio”.
Finalmente, la mujer terminó descargando su furia por la desgarradora situación contra el club: “Boca es una basura porque a mi hijo me lo mataron. Por ellos se mató mi hijo. Por Boca. Yo ahora no lo tengo y no hay ningún jugador ni nadie que a mí me dé el pésame”.
Minutos antes del desenlace fatal, el policía se encontraba junto a su padre y su primo viendo el encuentro, quien contó: “Cuando me fui de la casa, al rato me llamó la hermana diciéndome que se había pegado un tiro. Todos los partidos que miraba con él estaba loco, era muy fanático. Puteábamos los dos juntos. No amenazó con hacer nada, ni tampoco dio indicios”.
Si vos, o algún familiar o allegado tuyo, está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, comunicarse al Centro de Asistencia al Suicida (5275-1135) o al 135. O al 0800 999 0091 para informarse sobre el referente de salud mental más cercano.