El hecho de que el fin de semana pasado el Barcelona haya jugado contra el Real Madrid con una camiseta que tenía en el pecho la lengua de los Rolling Stones y le hayan dado vuelta en la última un partido que venía ganando desde el minuto 6 no ayuda a erradicar el mito de que, en materia futbolística, Mick Jagger te liquida más que Bellingham.
Con todo, que el árbol no nos tape el bosque: aún siendo de ese club infame que le complicó la vida a Messi, esa casaca hermosa disparó la rolingaseñal en todo el planeta, y si uno hace silencio puede escuchar el sonido de un millón de fabricantes de réplicas baratas trabajando al mismo tiempo para cubrir la demanda.
Pasa que comprar la original no es una opción: hicieron unas 2000 a 400 euros cada una (unas 150 luquitas peso) y se agotaron en segundos, y después salió otra tanda de 22 remeras (no es un error, no son 22 mil: veintidós) a 3000 euros (1,14 millón de pesos: por poco no comprás el pase de un jugador del ascenso por esa plata) y también voló en instantes. Así que habrá que esperar que los amigos de La Salada se inspiren y habiliten la copia, aún cuando -desde ya- repudiamos toda actividad contraria a la ley.
No fue éste un patrocinio directo de los Stones sino una movida de Spotify, sponsor del equipo culé. De hecho ni siquiera es la primera vez que un artista aparece en el pecho de la blaugrana: en octubre de 2022 también jugó contra el Real con una casaca con un búho que simboliza al rapero Drake (perdió 3 a 1), mientras que en marzo de este año hizo lo propio con el nombre de la cantante Rosalía y el logo de su disco Motomami (ganó 2 a 1). No hay pasión de por medio en estos esponsoreos: nomás jugadas de marketing (Drake le dice soccer al fútbol, no lo vas a ver agarrado de un paravalanchas del Camp Nou) despojadas de todo fanatismo. Sin embargo, hay otros casos de bandas y artistas de diversos géneros musicales que pusieron plata para aparecer en casacas, no por vidriera, sino para dar una mano al club de sus amores.
Un caso importante fue el del DJ Fatboy Slim, que en 1999 aportó 100 mil libras esterlinas (unos 120 mil dólares) para ayudar al Brighton, equipo del que es hincha, que en ese momento estaba bastante lejos del team competitivo que supo contar con Alexis Mac Allister en sus filas. No apareció su nombre en el frente de la casaca sino el logo de su sello discográfico Skint.
Otra muestra de fanatismo y ayuda sincera fue la de Ed Sheeran y el Ipswich Town, de la segunda categoría del fútbol inglés. Cuando era un desconocido, cuando se convirtió en artista emergente, cuando ya era una mega estrella consagrada: al colorado se lo vio siempre en los tablones del azul. Por eso, cuando tuvo la oportunidad no lo dudó: en 2021 le propusieron ayudar al club y lo hizo patrocinando los equipos masculinos y femeninos en la temporada 2021-22. Además le reservaron el dorsal 17.
El mejor ejemplo de banda de rock con amor real a una camiseta es el de los alemanes y casi argentinos Die Toten Hosen y el Fortuna Düsseldorf. En los 80 el equipo no levantaba cabeza y Campino, cantante e hincha furioso, propuso separar un marco de cada entrada que vendieran para que el Fortuna comprara refuerzos; así recaudaron 200 mil marcos, llegaron dos jugadores de primer nivel y zafaron del mal momento.
Después, en 2001, hicieron su movida más grande: el club estaba al borde de la quiebra y ellos destinaron todo lo que obtuvieron de un convenio con una marca de cerveza a salvarlo, gracias a lo cual su logo apareció en la casaca durante dos temporadas (hecho que trajo, a su vez, más ganancias: se vendieron 20 mil camisetas con el emblema de DTH en el pecho en todo el mundo). Finalmente, en 2019 el escudo volvió a engalanar la casaca del Fortuna, de nuevo para contribuir con sus arcas.
En Argentina Die Toten Hosen también tiene equipo: el Club Atlético Independiente. Por iniciativa de su productor local y del Ruso Verea, Campino se acercó al Rojo al punto de ponerse la camiseta varias veces en público y hasta ir a ver partidos al Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini. En 2022, un grupo de allegados a la banda y fanáticos del Rey de Copas agasajaron al vocalista con una edición limitadísima (cuatro o cinco ejemplares) de la casaca en la que el logo de la gira celebratoria de los 30 años de DTH en Argentina se cruzaba con el diablo que identifica al club que le lleva 23 partidos en el historial a su clásico rival. No hubo auspicio de por medio y se trató sólo de un fantasy para poquísimos afortunados, pero que existe, existe. Acá el Ruso lo prueba.
La mayor cantidad de ejemplos de bandas auspiciando equipos se da en Europa: Iron Maiden lanzó una edición especial de la camiseta del West Ham con su logo, Motörhead bancó a un equipo infantil inglés y hasta ¡Wet Wet Wet! (los de Love is All Around) financió al Clydebank FC. Sin embargo, Latinoamérica tiene sus poquitos casos: en 2018 el club chileno Deportes Concepción lució en el pecho el logotipo del grupo Los Tres y en 2021 los mexicanos de Mazatlán FC tuvieron como sponsor a Banda El Recodo.
En Argentina todavía no se dio que un grupo o un solista pusieran dinero para patrocinar a sus equipos: cómo no soñar con una casaca de Boca con el ojo de los Ratones Paranoicos, una de River bancada por Lali, una de Independiente auspiciada por Duki, Andrés Calamaro o León Gieco o una de Racing con la cara de El Dipy. Bizarrap invirtió en deporte, pero no en su querido Vélez sino en apoyar al piloto Franco Colapinto. Y sí existieron dos camisetas de edición especial conmemorativas: aquella de Belgrano de Córdoba en homenaje al Potro Rodrigo y la de Colón de Santa Fe en convenio con Los Palmeras.
