El fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, pidió la indagatoria de Emerenciano Sena y Marcela Acuña por trata de personas, a raíz del trato degradante que el matrimonio daba a los empleados que tenía a su cargo en la construcción de viviendas sociales como parte del programa “Sueños Compartidos”.
Emerenciano Sena y Marcela Acuña, detenidos por el asesinato de Cecilia Strzyzowski, podrán ser indagados por trata de personas en los próximos días a raíz de una denuncia que hizo el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, quien se vinculó con el matrimonio en el marco del programa Sueños Compartidos.
Como parte de ese programa, se proyectaba la construcción de 500 viviendas en Resistencia con fondos públicos. Al cabo de su trabajo en la construcción, las casas serían entregadas a los propios empleados, que en general vivían en barrios empobrecidos con gran presencia del movimiento de los Sena, el cual a su vez guardaba vínculos estrechos con el gobierno provincial.
“Relatan los denunciantes que, al ser contactados por Sena, Acuña o Quintín (Gómez, denunciado también por abuso sexual) para trabajar en la obra Sueños Compartidos, estos les prometieron trabajo registrado y una casa. Les dijeron que, a través de este proyecto de obra, accederían a viviendas propias que ellos mismos iban a construir”, se lee en el requerimiento del fiscal citado por NA.
Sin embargo, lo que en principio sería una jornada laboral de 8 horas se terminaba extendiendo indefinidamente: “No los dejaban retirarse del lugar hasta que no terminaran sus trabajos. Cuentan que el mismo Sena solía colarse en el portón y, a los gritos, ordenar que coloquen un candado para que nadie salga del predio, diciéndoles, además que, si alguien se iba, al día siguiente no podría volver a ingresar”.
Se le ponía una cadena con candado al portón y no teníamos horario de salida.
Denunciante de los Sena
En este sentido, ya en julio, una de las mujeres que padeció el trato de los Sena y que los denunció hace ya 12 años daba su testimonio por Radio Con Vos. “Sufrimos reducción a la servidumbre: nosotros entrábamos a las cinco de la mañana, se le ponía una cadena con candado al portón y no teníamos horario de salida, tal vez eran las dos, las tres de la mañana y continuábamos trabajando porque la premisa era que nosotros estábamos construyendo nuestras propias casas, eran nuestros sueños”, recordó.
En adelante, puntualizó que “la trata de personas es porque Emerenciano captaba personas del interior y las traía a trabajar, supuestamente con el cuento de la casa propia, y los tenía como a cerdos encerrados en el campo de tiro, así se conoce el lugar, y no nos permitía a los compañeros ni siquiera brindarles asistencia”. Además, precisó que la comida que les llevaban contenía gusanos y gorgojos.
Ahora el pedido de indagatoria a raíz de la denuncia de Schoklender será evaluado por la jueza federal de Resistencia Zunilda Niremperger.