La familia de Gabriela Mónica Pérez, la joven asesinada durante un acto sindical en Córdoba el pasado 9 de septiembre, denunció ante la Justicia que está recibiendo amenazas y mensajes intimidatorios en sus celulares. La causa quedó a cargo de Silvana Fernández, la misma fiscal que dirige la investigación por el homicidio.
El asesinato de Pérez ocurrió en un acto convocado por el Sindicato Obreros de Empleadas y Empresas, Servicios y Afines de Córdoba (SOELSAC), que se celebró en el club Yapeyú y contó con la presencia de alrededor de 100 personas en apoyo a Sergio Fittipaldi, líder de la organización sindical. La joven asistió al evento junto a su hermana Dalma. Inesperadamente, un individuo llegó al lugar y comenzó a disparar contra los presentes.
Un sistema de cámaras de seguridad registró al agresor, que llevaba puesto un buzo azul y un chaleco negro, con su rostro oculto tras un barbijo y una gorra. A las 14.39, se acercó a un automóvil estacionado frente a la entrada del club, se agachó brevemente y, al levantarse, abrió fuego. Después, se escapó corriendo, todo en apenas doce segundos.
Trágicamente, la joven de Córdoba recibió un disparo en el cuello y fue trasladada de urgencia al hospital más cercano, donde lamentablemente murió horas después por la gravedad de la herida. La investigación del asesinato quedó a cargo Silvana Fernández, fiscal del Distrito III, Turno 3°. Cabe destacar que esta agresión se produjo en medio de una intensa lucha electoral dentro del sindicato, exacerbando la tensión entre el SOELSAC y el sindicato de recolectores de residuos, SURRBAC.
Mientras se desarrolla la investigación, la familia de Pérez denunció que recibió amenazas por WhatsApp. Según informaciones locales, los mensajes intimidatorios, que incluyen emoticonos de cráneos, pistolas y sangre, fueron enviados desde números de teléfono que la familia no puede identificar. La fiscal Fernández también quedó como encargada de esta nueva causa.