Técnicamente, los presentados como cadáveres de extraterrestres en realidad son momias modificadas. La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) negó que a partir de sus estudios se pueda determinar el origen extraterrestre de los cuerpos que presentó el periodista Jaime Maussan en la Cámara de Diputados.
El Instituto de Física de la UNAM rechazó que a partir de los análisis de carbono 14 se pueda aseverar que los cuerpos disecados pertenezcan a extraterrestres, como afirmó el ufólogo.
La UNAM sí verificó que los cuerpos se mantuvieron sepultados por un milenio dentro de una diatomea, alga que no permite el crecimiento de bacterias ni de hongos. También aclaró que la datación realizada “únicamente están destinados a determinar la antigüedad de la muestra que trae cada usuario y en ningún caso hacemos conclusiones sobre el origen de dichas muestras”.
Maussan había asegurado ante el Congreso que “no se trata de momias, se trata de cuerpos que están íntegros, completos, que no han sido manipulados en su interior y que tienen una serie de elementos que los hacen verdaderamente extraordinarios”
Sin embargo, desde la aparición de estas momias en 2007, la comunidad científica de Perú e internacional ha denunciado la extracción ilegal de momias originales de Nazca, para realizarles modificaciones a fin de que tengan apariencia distinta, con fines comerciales.
Así lo advirtieron desde el World Committee on Mummy Studies, una de las organizaciones más importantes en el estudio de momias, así como expertos del Museo de Historia Natural de San Marcos o, incluso, catedráticos y docentes de arqueología de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica (Unica), cuyas autoridades tienen hoy en su poder estos especímenes.
