Con la entrada en vigencia del nuevo "dólar soja", edición IV, el Gobierno Nacional espera engrosar las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en 2.500 millones de dólares. Eso, obviamente, depende de la liquidación de la soja y de ahí la gran pregunta: ¿Hay soja para vender?
La respuesta concreta en sí, pero hay que analizar unas cuantas variables y la primera de ellas, intangible pero real, es que el productor no quiere desprenderse del poroto de soja. Es su moneda de cambio en un contexto inflacionario, de devaluación y frente a un panorama internacional que no es para despreciar.
¿Por qué? Porque el clima en Estados Unidos sigue jugando una mala pasada a los cultivos y está comprometiendo la producción del país norteamericano, que detrás de Brasil, es el segundo productor de soja más importante de mundo.
Esto podría generar que en épocas de cosecha en EE.UU. (septiembre-diciembre), el precio de la oleaginosa suba o, al menos, se mantenga. Si a esto le sumamos el factor político interno de la Argentina cuando 2 de los 3 principales candidatos aseguran que irán a una eliminación paulatina de las retenciones (Derechos de Exportación), desprenderse de la soja hoy no tendría sentido alguno.
Quién te a visto y quién te ve soja querida
Consolidado como el principal complejo exportador de la Argentina durante el primer semestre de este año, aun con la peor sequía de la historia del país y una merma productiva superior al 50%, la soja sigue marcando el pulso de la disponibilidad de dólares en la Argentina.
En este caso y, según el análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), "al 23 de agosto, quedarían por comercializar poco menos de 7 millones de toneladas (Mt) de soja 2022/23. Si sumamos el volumen de mercadería comercializada con precio por fijar, restaría ponerle precio a casi 11 Mt de soja".
Cabe destacar que la novedad de esta edición del PIE es cómo se realiza la liquidación de divisas. El 75% del valor comercial de exportación deberá liquidarse al través del mercado de cambios, pero el 25% restante será de libre disponibilidad. Aún con prefinanciación y/o postfinanciación de exportaciones igualmente se puede adherir al programa.
Todas las divisas ingresadas a través del mercado libre de cambios (MLC) deberán liquidarse antes del 30 de septiembre de 2023. No se aclara en la normativa que el uso de estas divisas de libre disponibilidad deba utilizarse obligatoriamente para la importación de soja.
