Juan Martín Mena, secretario de Justicia de la Nación, habló con El Fin de la Metáfora tras cumplirse un año del atentado a Cristina Kirchner. Para el funcionario, existe una clara motivación política detrás de las demoras y las insuficiencias de la investigación judicial.
Lo que ve Juan Martín Mena detrás de las demoras de la Justicia para avanzar en la investigación del atentado contra Cristina Kirchner es una “actitud de un sector de la Justicia que está definida hace muchos años” en contra de la vicepresidenta. En este sentido, el funcionario denunció por Radio Con Vos que “ni siquiera cuando le gatillan en la cabeza se puede respetar la ley y la Constitución para garantizar sus derechos, no solo como vicepresidenta sino como ciudadana”.
A continuación, sostuvo que en principio tanto Cristina Kirchner como su querella optaron por acompañar la investigación judicial, pero que se produjo un quiebre cuando percibieron que el juzgado y la fiscalía estaban actuando como “encubridores de la verdad”.
Se está obstaculizando el conocimiento de la verdad.
“El punto de quiebre se produce cuando aparecen en el expediente pruebas de la motivación política del atentado. Ahí es donde el juzgado y la fiscalía abandonaron el rol de investigadores y garantes para ser encubridores de la verdad, porque todo el accionar de la Justicia Federal respecto del atentado es un permanente rechazo y obstaculización de la búsqueda de la verdad, no importa cuál sea”, se explayó Mena.
Asimismo, señaló que existe “una impericia muy grande” porque “la Justicia Federal no tiene ninguna capacidad, conocimiento o experticia para investigar un hecho de estas características”, a lo cual también se agrega una falta de voluntad. “Desde el Estado se ofrecieron todas las herramientas disponibles y la Justicia no las aceptó”, protestó el secretario y denunció que este rechazo “fue por una motivación política sin duda”.
Consultado sobre si esta motivación política tiene que ver con los posibles vínculos con Gerardo Milman y Caputo Hermanos, Juan Martín Mena respondió afirmativamente. “A partir del día en que aparecieron esas dos cuestiones el juzgado se transformó en un equipo absolutamente cerrado que le rechazó a la víctima cuanto planteo realizó. Tenemos decenas de medidas de prueba rechazadas sin fundamentación”.
En esta línea, denunció que el teléfono de Sabag Montiel desapareció a menos de 24 horas del atentado “estando en la caja fuerte del juzgado federal de la Doctora Capuchetti”, luego de lo cual “se perdieron seis teléfonos más y el juzgado no hace nada para revertirlo, ni siquiera para investigar los motivos”.
Recordando que para Capuchetti el accionar de Revolución Federal no tuvo nada que ver con el atentado a Cristina Kirchner, Mena se dispuso a contradecir esta postura. “Jonathan Morel hace un vivo de Twitter en agosto y dice ‘es muy fácil matar a Cristina, hay que ir a las manifestaciones en la puerta de la casa y cuando te pasa por al lado pegarle un tiro en la cabeza’”, recordó.
No se entiende más que por una actitud criminal la de la jueza Capuchetti de dilatar el desarrollo de las medidas.
“De ese Twitter Space que si mal no recuerdo había 80 asistentes una era Brenda Uliarte. Superamos por mucho una coincidencia”, remarcó el secretario y apuntó a que “el primero de septiembre ella y Sabag Montiel hicieron exactamente lo que les dijeron que tenían que hacer”, cosa que para él debe investigar la Justicia pero se niega.
Ya en referencia a Gerardo Milman, dijo: “No se entiende más que por una actitud criminal la de la jueza Capuchetti de dilatar el desarrollo de las medidas, porque ella misma en su juzgado tiene la declaración de una de las asesoras de Milman que estuvo en esa reunión en el bar Casablanca donde un testigo escuchó que se hacía el canchero diciendo ‘mañana cuando la maten voy a estar camino a la costa’”.
En este punto, recordó que la asesora declaró que en noviembre del año pasado “la convocaron a una reunión donde estaban la otra asesora y Gerardo Milman a las oficinas de Patricia Bullrich, donde las esperaba un perito informático experto de confianza de Bullrich y al teléfono estaba un abogado”, también cercano a la exministra de Seguridad.
El perito, señaló Mena, estuvo “cuatro horas haciendo un borrado seguro de los teléfonos”, después de lo cual la Cámara Federal de Comodoro Py instó a Capuchetti a secuestrar los celulares y estos estaban efectivamente borrados. Pese a eso, “siguió diez meses negándose a secuestrarle el teléfono a Gerardo Milman”, remarcó el funcionario y dijo que, de secuestrarse, probablemente ya no se encuentre ninguna información de importancia.
“En el departamento de Brenda Uliarte se halló una hoja manuscrita donde estaba el desarrollo de la regla Tueller”, siguió enumerando el secretario. A continuación, explicó que después de un tiempo descubrió que se trataba de “una doctrina que trajeron Milman y Bullrich en el 2018”.
Sobre este hecho, detalló: “Tueller es un policía de Utah que elaboró una teoría que dice cuántos segundos tenés para sacar un arma y pegar un tiro ante un ataque”. Dicho esto, sugirió que Uliarte y Montiel estaban claramente preparándose para atacar a la vicepresidenta sin recibir respuesta de parte de su custodia policial. Sin embargo, Capuchetti “se negó por diez meses” a hacer una pericia caligráfica de ese escrito.
“Cuando nosotros hablamos de un año de impunidad nos referimos a esto, a qué es lo que está protegiendo la Justicia para no hacer ni siquiera las pruebas más básicas para saber cómo se planificó y ejecutó el atentado contra Cristina Fernández de Kirchner”, cerró Juan Martín Mena.